Atenas. La actriz y cantante griega Irene Papas, que obtuvo reconocimiento internacional por películas clásicas de la década de 1960 como Zorba el griego y Los cañones de Navarone, falleció a los 96 años, informó el miércoles el Ministerio de Cultura de Grecia.
Papas tuvo una carrera cinematográfica de 50 años coronada por La mandolina del capitán Corelli, de John Madden, en 2001, junto a las estrellas de Hollywood Nicolas Cage y Penélope Cruz, y Un cuadro que habla, de Manoel de Oliveira, en 2003, su última actuación, junto a Catherine Deneuve y John Malkovich.
Zorba el griego, un éxito rotundo en 1964, que protagonizó junto a Anthony Quinn y Alan Bates, cautivó al público internacional con su banda sonora -especialmente El baile de Zorba- compuesta por Mikis Theodorakis.
Papas también colaboró con el difunto compositor Vangelis en el álbum de canciones folclóricas Odes y en 666, el último álbum de estudio de la banda griega de rock progresivo Aphrodite's Child.
"Majestuosa y dinámica, Irene Papas era la personificación de la belleza griega en las pantallas de cine y en el escenario, una estrella internacional que irradiaba griego", dijo la ministra de Cultura, Lina Mendoni, en un comunicado.
"Con la fuerza de su talento y el encanto de su personalidad, conquistó el mundo del cine y del teatro".
Papas padeció la enfermedad de alzheimer en los últimos años, según medios de comunicación griegos. El Ministerio de Cultura no precisó la fecha de su fallecimiento.
La actriz nació en un pueblo de las afueras de Corinto, en la península del Peloponeso, en el seno de una familia de profesores; su padre enseñaba teatro clásico.
Uno de sus mayores éxitos fue el papel principal de Electra, una transcripción cinematográfica de la antigua tragedia griega de Eurípides dirigida por Michalis Cacoyannis en 1962.
Interpretó a una luchadora de la resistencia en una isla griega contra la ocupación nazi en Los cañones de Navarone y a una joven viuda en la isla de Creta en Zorba el griego.
Sus opiniones políticas liberales la obligaron a exiliarse en Italia y Estados Unidos entre 1967 y 1974, cuando una junta militar de extrema derecha gobernó Grecia.
Con su larga melena oscura, su piel pálida y sus gruesas cejas arqueadas, Papas se convirtió en un símbolo de la belleza mediterránea.
Casada en dos ocasiones, Papas declaró al diario italiano Corriere della Sera en 2004 que "la pasión de su vida" era el oscarizado Marlon Brando, al que vio por primera vez en 1954 en Roma y por última vez en 1999 en Atenas