Ciudad de México. Altaïr Lopes llevó su arte urbano hasta el interior de un gran salón en el Palacio de la Autonomía con la exposición Autómata. Imágenes pixeladas, escurridas y distorsionadas proponen reflexionar sobre las formas en que la tecnología puede transformar el comportamiento humano, ya sea de manera inquietante o fascinante.
El artista visual intervino este histórico edificio con siete murales monumentales, que en total miden 12 metros de alto por 32 de ancho. Las pinturas tienen como soporte plástico burbuja y cartón, con ellas cuestiona los límites entre la realidad humana y el mundo digital. Rostros jóvenes, animales, la locura y dispositivos electrónicos como teléfonos celulares y robots se conjuntan en esta exhibición.
Por ejemplo, aborda la teoría del Valle Inquietante, que consiste en el análisis la respuesta humana ante replicas de robótica y animación, que cambia cuando un autómata tiene gran parecido, pues puede generar incomodidad, rechazo o miedo.
Y aborda el sentido contrario, cuando un humano actúa como un autómata, por lo que trata de hacer evidentes las conductas automatizadas o programadas. En este sentido, hace énfasis en las cucarachas, insecto que ha dibujado como parte su pintura monumental titulada Mascotas digitales. El artista destaca que una cucaracha puede vivir hasta una semana sin cabeza y solo muere por la falta de alimento.
Lopes, originario de la Ciudad de México, es egresado de la Facultad de Artes y Diseño (FAD) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y ha realizado más de 200 murales como parte de su propuesta en el espacio urbano.
El Palacio de la Autonomía, el cual forma parte de la red de museo de la UNAM, estará cerrado el 15 y 16 de septiembre. Las actividades se retoman a partir del sábado 17. La exposición se puede visitar de lunes a domingo en Licenciado Primo de Verdad 2, en el Centro Histórico. La entrada es gratuita. Clausura el 25 de septiembre.