Ciudad de México. Las recientes modificaciones al reglamento de transparencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) buscan hacer más sencillo y entendible dicho esquema, además de darle más tiempo a las autoridades para buscar los datos que se les requieran, por lo que no existe el riesgo de que sean utilizadas para limitar las solicitudes de información.
Así lo afirmó el titular de la Unidad de Transparencia de la máxima casa de estudios, José Meljem Moctezuma, quien señaló que de todas maneras existen aspectos que no pueden ser sujetos de mayor difusión, para no “afectar el honor” de las personas involucradas en diversos temas.
En entrevista con La Jornada, el funcionario explicó que en la sesión del Consejo Universitario del 24 de agosto pasado se realizaron cambios al reglamento de transparencia y acceso a la información pública de la UNAM, cuyo objetivo fue generar “reacomodos que facilitan su lectura. Así se entiende mejor y eso da pie a que tenga un mejor cumplimiento”.
Uno de los cambios, dijo Meljem, es que a las áreas de transparencia de cada organismo de la UNAM se les dan 12 días para encontrar los datos que se les pidan, en vez de cinco, lo cual “les quita presión y les permite buscar mejor. Esto les da un mayor respiro y tener más facilidad en el cumplimiento” de las solicitudes.
En el mismo sentido, se le otorgó un plazo de dos días a las autoridades, en vez de uno, para determinar e informar cuando no son competentes para otorgar la información requerida
Uno de los aspectos de las reformas que generaron inquietud entre algunos consejeros universitarios –que prefirieron reservar su identidad– fue el hecho de establecer que las peticiones de información debían estar formuladas en términos “respetuosos” para ser atendidas, lo que supuestamente entrañaría el riesgo de que ese filtro se usara como una excusa para no responder a la solicitud.
“Si alguien quiere algún dato sobre un trabajador de la universidad, no tiene por qué insultarlo o lastimar su honor de alguna forma, por tanto no tiene sentido que lo califiquen de acosador, corrupto o lo que usted quiera y mande. Lo que haremos será decirles: ‘reformula tu petición en términos decentes’, pero nunca se rechazará la petición, de ninguna manera”, aseguró.
En charla reciente con este diario, Fernando Peña, investigador del Instituto de Neurobiología de la UNAM, consideró que uno de los pendientes en materia de transparencia es el no sustentar de forma clara por qué se realizó un nombramiento en la institución, lo cual puede generar condiciones de opacidad.
Al respecto, Meljem acotó que ese tipo de asuntos no pueden ventilarse con tanto detalle. “La ley es restrictiva en ese sentido, porque si alguien dice algo que afecte el honor de las personas, debe ser reservado”.