Ciudad de México. La expectativa generada por que en la reunión entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se abordara la controversia por el tema energético no se cumplió.
De acuerdo con asistentes al encuentro, que se realizó ayer a puerta cerrada en Palacio Nacional, el llamado a consultas de la Casa Blanca por la política energética mexicana en el marco del tratado comercial de América del Norte (T-MEC) no fue el eje de la conversación, en la que también participó la secretaria de Comercio estadunidense, Gina Raimondo.
Más tarde, tras concluir la sesión del segundo Diálogo Económico de Alto Nivel México-Estados Unidos (DEAN) de este año, los secretarios de Economía y de Relaciones Exteriores, Tatiana Clouthier y Marcelo Ebrard, respectivamente, señalaron que la disputa por el tema energético está en un proceso de diálogo y se espera alcanzar un acuerdo en esa etapa.
Blinken, por su parte, comentó que el mecanismo de solución de controversias da a los inversionistas “confianza, predictibilidad y civilidad en la aplicación del acuerdo” comercial.
Al cerrar las actividades, el canciller mexicano afirmó en un video que difundió en redes sociales que quienes esperaban fricciones, desencuentros y problemas de esta reunión “se van a quedar con las ganas”.
Agenda bilateral
La visita a México de los enviados de Washington comenzó ayer poco después del mediodía, con un almuerzo de las delegaciones de ambos países.
Tanto el portavoz estadunidense Ned Price como funcionarios mexicanos detallaron que abordaron temas de interés de la agenda común, como la seguridad, la migración, el tráfico de armas y drogas (fentanilo en particular), integración, cooperación económica y multilateralismo.
Posteriormente, la delegación estadunidense se trasladó a Palacio Nacional para dialogar con López Obrador por cerca de una hora 50 minutos.
Al concluir ese encuentro, en breve entrevista Ebrard declaró: “De energía, ahorita lo que platicamos fue que no es el tema de esta mesa. Hay un procedimiento establecido (en el T-MEC). Cuando hay diferencias se tienen que resolver, lo que yo les he dicho en otras ocasiones, pero ocupó no más de 5 por ciento de la conversación que hubo hoy (…) Cuando hay diferencias hay paneles, hay diálogos y todo, pero no es el motivo de esta reunión”.
Enfatizó que el intercambio se centró en varios puntos: la invitación de Estados Unidos a México a formar parte del esfuerzo para que América del Norte se convierta en una región que impulse la electromovilidad y la producción de semiconductores, el Plan Sonora para establecer en esa entidad la explotación nacional de litio y energía limpia, la lucha contra la inseguridad y la próxima reunión de Líderes de América del Norte, prevista para celebrarse en diciembre en nuestro país.
“Oportunidad histórica”
Ebrard afirmó que la reunión fue un “éxito evidente” por la invitación de Estados Unidos a participar como socios en las iniciativas de la administración del presidente Joe Biden. Es una “oportunidad histórica para México”.
Después de la reunión en Palacio, ambas delegaciones se dirigieron a la sede de la Secretaría de Economía, donde se realizó el DEAN. Al finalizar, ofrecieron una conferencia de prensa, en la que los reporteros insistieron en el diferendo energético.
Sin esbozar un paso anticipado de la actual etapa de diálogo al segundo escalón del mecanismo, el panel de solución de controversias, Raimondo recalcó que las empresas buscan “transparencia y predictibilidad”, como parte de cualquier relación comercial.
Más allá del conflicto energético, Blinken destacó la “relación tan sólida que existe entre ambos países”. Agregó: “Podemos no estar de acuerdo en ciertos temas”, pero se busca llegar a una “solución de forma práctica”.
Los funcionarios de ambas partes detallaron que el diálogo incluyó puntos como ciberseguridad, cambio climático, seguridad energética e infraestructura fronteriza para “acortar los tiempos del comercio”. Informaron que en adelante habrá reuniones mensuales a nivel de gabinete.