Madrid. La mayoría del Congreso avaló este martes los nuevos impuestos a grandes energéticas y banca planteados por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos durante el debate de admisión a trámite de la iniciativa, que ha suscitado el rechazo del Partido Popular (PP), Vox y Ciudadanos.
Además de las formaciones que conforman el Ejecutivo, respaldaron la tramitación de los impuestos socios habituales como Esquerra Republicana, el PNV o EH-Bildu, pero también Coalición Canaria, el BNG y la CUP.
“A favor de los impuestos, más a favor todavía de la expropiación”, dijo el diputado Albert Botran, recordando el pasado público y las ayudas recibidas por las grandes energéticas y financieras españolas “que ahora no quieren poner de su parte”, incluso lanzó que “más justo sería recuperar el control público de estas empresas y nacionalizarlas”.
“Tiempos extraordinarios exigen esfuerzos extraordinarios”, argumentó la portavoz fiscal del PSOE, Patricia Blanquer, al asegurar que “la inflación también genera ganadores y perdedores” y que “es justo pedir un esfuerzo ahora”. Por ello, invitó a la oposición “a decidir de qué lado están, si de los que sufren, o de los que se aprovechan de los que sufren”.
El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, aseguró que los nuevos gravámenes no amenazan la sostenibilidad financiera de los dos sectores, mientras que su portavoz fiscal, Txema Guijarro, explicó que pese a la inflación, los márgenes empresariales se mantienen o incluso aumentan algunos sectores.
Medida insuficiente
Joan Margall, de ERC, reclamó que el impuesto sea permanente, y no temporal mientras los beneficios obtenidos por los sectores sean extraordinarios, y pidió asegurar que no acaben repercutiendo en el consumidor.
Por EH-Bildu, su portavoz Mertxe Aizpurua ha lamentado que estos tributos "no son suficientes", al buscar recaudar “muy poco” en estos sectores. Así, la recaudación buscada en el caso de las energéticas es de 2 mil millones en dos años cuando han ganado 11 mil millones en seis meses, y mil 500 millones en la banca para dos años cuando en 2021 superaron los 20 mil millones de beneficios. “Y eso sin olvidar los 60 mil millones del rescate”, expuso.
Fraude, persecución, colectivización
Entre las bancadas opuestas a los nuevos impuestos, el 'popular' Mario Garcés ha despreciado la proposición al tildarla de “engendro jurídico”; ha calificado de “fraude” que PSOE y Unidas Podemos intenten presentarlo como prestación patrimonial. “Esto es un tributo” y dijo que se trata de “persecución subjetiva” contra los sectores afectados y de “colectivización”.
En esa línea ha incidido Iván Espinosa de los Monteros, portavoz de Vox, que ha asumido que de una u otra manera las empresas repercutirán esos costes al consumidor y ha ironizado acerca de la temporalidad de los impuestos, al asegurar que el Impuesto sobre Sucesiones también llegó a Estados Unidos para sufragar la Guerra de Cuba y aún sigue en vigor.