Toronto. Oprah Winfrey habla sobre su profundo afecto por el actor Sidney Poitier –un viejo amigo y mentor suyo– abrumada por la emoción durante una entrevista sobre el próximo documental Sidney, retrato que abarca toda una vida. Hundió la cabeza entre sus manos y gritó: “¡Lo amo tanto!”

Denzel Washington, Spike Lee, Morgan Freeman, George Nelson, Robert Redford y Halle Berry fueron entrevistados en Sidney, y sus reflexiones sobre el popular artista y activista de los derechos civiles suelen ser esclarecedoras. La película significa intensamente algo personal para Winfrey, una de los productores de la película.

“En realidad, estaba tratando de no perder el control porque mi amor por él es tan profundo y fuerte”, dijo Winfrey en una entrevista en el Festival Internacional de Cine de Toronto, donde se estrenó Sidney el sábado. “Fue mi consejero, mi amigo, mi consuelo, mi bálsamo, mi alegría”.

“Cambió la vida” de Winfrey

Sidney, que se estrenará en Apple TV+ , llega ocho meses después de la muerte de Poitier, el innovador actor que allanó el camino para innumerables actores negros en Hollywood y revolucionó por sí solo la forma en que aparecían en la pantalla.

Dirigida por Reginald Hudlin, la cinta se realizó con la cooperación de la familia del actor. Gran parte se había completado antes de que muriera en enero a los 94 años, incluida su entrevista con Winfrey.

Ésta ha dicho que su vida cambió irrevocablemente cuando vio a Poitier convertirse en el primer actor negro en ganar el premio de la Academia al mejor actor por Los lirios del valle, de 1963, una vida en el mundo del espectáculo de repente se volvió alcanzable para ella. Más tarde se conocieron por primera vez cuando el programa de entrevistas de Winfrey estaba despegando. Poitier era una de las pocas que podía entender por lo que estaba pasando como artista negra.

“Durante los primeros días de navegar por la fama y todo lo que viene con ella, ser atacado por todos lados por personas negras y blancas, personas que decían que no eras esto o que deberías estar haciendo eso, él fue a quien recurrí –relató–. Él dijo: ‘Siempre es una lucha y un desafío cuando llevas los sueños de otras personas’”.

Fue la primera de muchas conversaciones a lo largo de los años. “¿Recuerdas Martes con Morrie? Podría haber hecho Domingos con Sidney, dice Winfrey. “Él era mi persona, era mi chico, mi amigo y mi hermano”.

Hudlin, el director de House Party y Marshall, estima que había completado alrededor de 90 por ciento de las entrevistas en la película cuando murió Poitier. “Fue una decepción saber que nunca la vería, pero me alegré en un momento en que todos querían tocarlo y conectarse con él, tendríamos esta película”.

Las entrevistas con Poitier se hicieron antes, aparte de la película, antes de que la salud de la estrella se deteriorara, pero las imágenes suyas hablando directamente a la cámara y escuchando esa voz narrando la historia de su vida, brindan una última oportunidad de estar en su majestuosa presencia. Poitier, nacido en las Bahamas, habla de cómo se forjó su identidad joven sin la influencia del racismo. No fue hasta que se fue a Miami a los 15 años que lo encontró.

“Dejé las Bahamas con este sentido de mí mismo –dice Poitier en la película– y desde el momento en que bajé del barco, Estados Unidos comenzó a decirme: ‘No eres quien crees que eres.’”