Aún es tiempo de realizar un reforma integral al sistema de justicia, pero corresponde al poder Judicial encabezar ese esfuerzo, aseveró el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En su conferencia de este lunes en Palacio Nacional, remarcó que tomó la decisión de ser respetuoso con la división de poderes y no presentó dicha reforma al inicio de su gobierno, por el contrario, dijo, le correspondió enviar una ley de amnistía –para liberar a quienes están presos por inconsistencias o son inocentes— que ya fue aprobada pero que no ha funcionado “como quisiéramos porque hay muchos obstáculos”.
Esta mañana se le preguntó si analizaría presentar una reforma al poder judicial, sobre todo tras el debate de la prisión preventiva oficiosa que la Suprema Corte acaba de tener la semana pasada pero que no se definió de fondo y sólo se aplazó hasta que los ministros ponentes presenten nuevos proyectos de resolución, a lo que el mandatario descartó hacerlo y dijo que correspondería a ese poder.
“Tenía la disyuntiva, porque la política es, entre otras cosas, optar entre inconvenientes, si llevaba yo a cabo la reforma iba a haber las mismas voces de los conservadores de que pretendía yo someter al poder Judicial. No lo hicieron cuando (Ernesto) Zedillo (lo reformó) porque estaban bien apergollados o eran socios, pero con nosotros iban a poner el grito en el cielo, entonces dije no. Además es un asunto complicado porque lo dejaron crecer durante mucho tiempo, desde mi punto de vista, con honrosas excepciones, el poder Judicial era una forma de pagar favores para partidos políticos y mantener el régimen de corrupción y de privilegios”.
Así, continuó, como ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación nombraron a “recomendados de partidos y el gobierno estaba convertido en facilitador de la corrupción, era un facilitador de las transferencias, el traslado de los bienes nacionales a particulares, esa era su encomienda principal. Reformaron la Constitución para legalizar ese saqueo, de convertir lo público en privado, en beneficio de una minoría, había que dar concesiones para obtener votos, para ir juntos como en el caso del Fobaproa, había que maicear, y siento que el poder Judicial lo utilizaron para eso, para compensar a partidos”.
Jefe del Ejecutivo federal acotó que no se trata de generalizar, pues consideró que hay algunos jueces, magistrados y ministros rectos y honestos.
Sin embargo, debido a la complejidad que implicaba, desde el inicio de su gobierno optó por no presentar la reforma al poder Judicial y confió en que bastaría con presentar ternas para ministros de la Corte con personajes “honestos, íntegros e incorruptibles … sin línea, lo que nunca había sucedido”, y la decisión final de quiénes fueron elegidos para esos cargos correspondió al Legislativo.
“Así eligieron, pero yo los propuse porque era mi facultad con la idea de si se tiene mayoría, son once (ministros en la Corte), pero cuatro (que se han designado en el sexenio de López Obrador) si van convenciendo, dos (más) ya se tiene mayoría y se puede llevar a cabo la reforma al interior del poder Judicial, sin que participe de manera directa el Ejecutivo, porque no tiene por qué participar si no es a través de una modificación constitucional”.
Agregó que de igual forma pensó en que se daría la transformación del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), instancia a la que calificó como “importantísima” pues es ahí donde se vigila el comportamiento de las funciones de todos los miembros del poder Judicial, el recto proceder de jueces, magistrados, ministros. “Pero los de la Judicatura, que los respeto mucho, siento yo que han actuado con mucha tibieza”.
El presidente añadió que el 15 de septiembre, en la mañanera, previo a la noche del Grito de Independencia, se pretende que el Ejecutivo y el Judicial presenten un informe conjunto sobre el número de personas que han obtenido su libertad por amnistías o preliberaciones. “Va a depender de el respeto a nuestras autonomías, pero si se puede hacerlo ya se va a informar”.