Los filmes de Laura Santullo y Rodrigo Plá son el resultado de las pláticas que sostienen de forma cotidiana. “En buena medida nuestras películas son como el reflejo de nuestras preocupaciones, de conversaciones. Que no es que siempre coincidamos, pero las cintas, por suerte, son lo suficientemente amplias para abarcar más de un punto de vista, y no tienen que ser directamente lo que piensa uno o el otro”, detalló la escritora y guionista en entrevista.
Ese fue el caso de El otro Tom, el quinto título en el que trabajan juntos, y que está postulado a cinco premios Ariel, incluyendo mejor película. La idea surgió casi al mismo tiempo en que los cineastas ejercían la maternidad y paternidad. A principios de siglo, sus hijos eran pequeños, de modo que en su entorno de padres el tema del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) era un tema recurrente.
En medio de esa discusión estaba el tema de la medicación siquiátrica, cada vez más común en niños pequeños. Con esa inquietud los cineastas empezaron una investigación, pues les hacía ruido sobre todo la idea de un diagnóstico proveniente de un entorno con expectativas adultas. “Lo cierto es que una serie de esos síntomas, o características, podría obedecer a otras causas que no tienen que ver con algo de la conducta inmediata, sino que al niño le pueden estar pasando múltiples cosas afectivas”, señaló Santullo.
Tras varios años de haber recopilado puntos de vista, surgió la pregunda: “¿Cómo hacer de todo eso una ficción?” Al contrario de la reducción hecha al momento de diagnosticar el comportamiento infantil, Plá y Santullo querían “tratar de hacer una película en la que fuera compleja la relación madre-hijo; justamente para evitar la simplificación construíamos en la ficción una situación compleja, que pudieran los síntomas obedecer a múltiples causas de las cuales tratamos de no tomar partido”, indicó la guionista.
Así surgió la historia de Elena, una madre joven migrante y latina, y su hijo, quien es constantemente rechazado por su comportamiento. “También tiene que ver con que construimos su personaje, el de ella, que es una joven, una madre imperfecta, como son en general las madres y los padres, todos nos equivocamos. Lo volvíamos a retomar al día siguiente con nuevas ideas y tratando de hacerlo un poco mejor. Además, tiene deseo sexual y a la vez está muy sola”, agregó Rodrigo.
Historia ubicada en la frontera con EU
Santullo y Plá decidieron instalar su ficción en la zona fronteriza entre México y Estados Unidos. “Justo ahí, porque creíamos que eso abonaba a la idea de ir en contra de la simplificación de las personas. Es mucho más difícil de clasificar a alguien que es bicultural, que habla dos idiomas, siente un poco de desarraigo a Estados Unidos, pero es americana al mismo tiempo. Vive un poco al margen, también es mexicana. Es como estar en medio de culturas y no embonar a la perfección”, detalló el director.
El otro Tom es también una postura contra la tendencia actual al momento de clasificar a las personas. Los cineastas procuraron “no rotular y simplificar a la gente. Nos referimos, ya sea por su color de piel, por su preferencia sexual, por diagnósticos de salud mental”, aclaró Plá. Otros detalles están en la selección de actores, todos habitantes de la zona fronteriza, así como su manera de hablar inglés mezclado con español.
Uno de los temas que critica la película es el empleo de fármacos. “Sabemos que hay controversia en el uso de la medicación, pero no es nuestra, finalmente nosotros somos contadores de historias y, si bien la estamos llevando a la pantalla, nos precede”, puntualizó Laura Santullo.
La escritora también señaló que aquella discusión se sostiene todavía entre los profesionales de la siquiatría y sicología. “No quiero demonizar, porque es una tontería; las farmacéuticas también cumplen un rol social relevante, pero también hay intereses económicos poderosos. Lo cierto es que muchas veces se ha tratado de hacer pasar, sobre todo a la luz pública, una idea de consenso donde no la hay. Todavía hay mucha discusión en torno al trastorno, y a la idea de si existe o no, o cuáles son sus límites, pero sin duda donde hay una cosa muy controvertida es en el uso de medicación siquiátrica por las implicaciones que tiene”, sostuvo Santullo.
Plá, por su parte, afirmó que las posturas sobre cierto tipo de padecimientos y sus tratamientos también pueden llegar a modificarse con el tiempo. “Muchos comportamientos que antes los veíamos como normales en la infancia –se apreciaba y se valoraba que un niño fuera inquieto–, hoy día se ven como patologías, es como si se hubiera estrechado la idea de qué es normal y anormal”, precisó.
Rodrigo Plá y Laura Santullo trabajan en una película infantil basada en la novela Llegaron con el viento, de la autoría de la realizadora. Otro de sus proyectos es un thriller policial sobre un impresentable conductor de radio. El otro Tom se estrena este mes en España y Estados Unidos. En México, el día 29.