Ciudad de México. La ausencia de verificaciones, los “acuerdos” con policías y hasta el temor a denunciar por riesgo a represalias han permitido la proliferación en Iztapalapa de puestos ilegales que comercializan en la vía pública cervezas preparadas, mojitos, azules, cerillos, gomichelas o semen de pitufo, “el preferido entre los jóvenes”.
De acuerdo con la Comisión de Seguridad Pública del Concejo de la alcaldía, varios de estos puestos –de 2 mil 770 puntos de venta– se han apropiado de lugares de esparcimiento, camellones y banquetas, patios de casas-habitación, tiendas de abarrotes y tianguis.
En estos sitios la gente puede disfrutar sin problemas de una cerveza preparada y cocteles, como un azul o un semen de pitufo, hecho con vodka, jugo de piña y curacao, porque “los policías brillan por su ausencia y no existen operativos para retirarlos.
Ello ha permitido también que los fines de semana tiendas de abarrotes instalen puestos anexos, donde ofrecen bebidas alcohólicas “a precio de camión” y cocinas económicas vendan a sus comensales caguamas o micheladas sin contar con autorización.
Los negocios clandestinos de venta de alcohol, mejor conocidos como chelerías, también han proliferado en los alrededores de Ciudad Universitaria, por lo que diputados de oposición en el Congreso capitalino llamaron a las autoridades a realizar operativos.
La preocupación de los padres, afirmaron, es que estos lugares carecen de accesos y filtros de salida ante una emergencia, por lo que el Instituto de Verificación Administrativa (Invea) y la Secretaría de Gestión de Riesgos y Protección Civil deben hacerles una visita.
“Hacemos un llamado al rector de la UNAM, Enrique Graue, para que haga llegar las denuncias correspondientes a la alcaldía Coyoacán o al gobierno central, y avanzar en la suspensión definitiva de estos espacios de vicio”, dijo el diputado panista Héctor Barrera.
Mientras, el vicecoordinador de la bancada de Acción Nacional, Ricardo Rubio, invitó a padres de familia, vecinos de la calle Cerro Tlapacoyan y alrededores del acceso a CU por Copilco, a denunciar.
Se trata, agregó, de espacios que “funcionan como restaurantes, pero en realidad son antros vespertinos, donde se vende de todo, menos comida o antojitos”.
Anunciaron que realizarán un recorrido para identificar estos negocios, tomar nota y llevarlos ante el Invea con testimonios gráficos.
La falta de regulación de estos “negocios permite que en cuestión de minutos te lleven a tu domicilio la bebida de tu preferencia sin importar si eres menor de edad”, señalaron algunos entrevistados.