Arturo Brizio, ex presidente de la Comisión de Árbitros, analiza el desempeño de los silbantes desde el sillón de su casa. Después de un par de meses alejado de la esfera pública, se escucha tranquilo. “¡Estoy a toda madre!”, suelta entre risas. La pregunta sobre lo que pasa en el gremio, tan cuestionado en semanas recientes por decisiones que involucran al VAR, no le sorprende. “Se tienen que acabar los errores groseros que van a los marcadores, que dan y quitan campeonatos –dice a La Jornada–, sólo así la honestidad del arbitraje mexicano no se pondrá en duda”.
En ese punto, Brizio también se asume responsable. “Cometí errores como cualquier ser humano, pero esto no se va a corregir porque mañana traigan a Pierluigi Collina o al mejor árbitro del mundo, no es un tema de caudillos”, profundiza; “la problemática arbitral existe, el tema es que podamos ir abatiendo lo que está mal; hoy se hacen estrellas a los silbantes con tantos comentarios que reciben en las transmisiones de los partidos”.
Antes de su salida de la Comisión, con la que puso fin a cinco años de mandato, el ex juez mundialista fue señalado por sus colegas como el gestor de todos los males que existen en el gremio. “De pronto se volvió un mantra eso de que ‘el arbitraje mexicano está mal por culpa de Brizio’”, recuerda sobre sus detractores, aunque prefiere no mencionarlos. “Yo puedo ser muy amigo de mi colega, pero en la cancha es mi competencia y ése también es otro problema, porque todos quieren ir al Mundial alguna vez”.
Desde el pasado 19 de julio, cuando se abordaron errores arbitrales de las primeras tres fechas de la Liga, el organismo que hoy encabeza Armando Archundia no volvió a referirse al desempeño de los silbantes. Incluso, trascendió la versión de su posible renuncia ante la Federación Mexicana de Futbol por la injerencia de terceros en sus decisiones. Brizio desconoce lo que ocurre en las oficinas, pero sostiene que lo más cuestionable es el criterio y minutos de juego que consumen los nazarenos cuando acuden al VAR.
“El VAR no compró perfección, sino justicia deportiva. Hay revisiones muy largas, yo discutiría si la decisión final se tomó bien o no”, plantea; “si a mí el árbitro me requiere tres o cuatro minutos para una jugada, pero el criterio es correcto, yo le aplaudo. Lo malo es cuando se toman ese tiempo para una acción y la deciden mal. Son cosas que se pueden perfeccionar. La gran mayoría de las decisiones con la tecnología son correctas, el que diga que la herramienta no sirve… ¡Dios mío! Ahí están los números”.
Se desconoce el reglamento
Al tanto de lo que ocurre en los partidos, el ex silbante observa un desconocimiento de las reglas de juego en quienes encabezan las transmisiones o realizan comentarios sobre el VAR. “Los narradores dicen al aire ‘¿pues qué creen? Que el VAR dice que no’. El VAR no dice que no y tampoco decide, que no confundan a la gente; lo más que puede hacer es mostrar la jugada al árbitro. Ya en éste recae tomar una decisión, errónea o no, aunque errores van a existir siempre”.