Madrid. La jornada inaugural de la liga femenil de España fue aplazada hasta nuevo aviso debido a la huelga de las árbitras, quienes demandan mejoras salariales y laborales, al considerar que fueron marginadas tras las negociaciones entre las jugadoras y los directivos.
La temporada debía comenzar ayer, pero la Liga dijo en un comunicado que era imposible realizar los partidos, porque los equipos de silbantes no se presentaron a trabajar.
“El partido entre el Atlético de Madrid y Real Sociedad no pue-de comenzar en el Centro Deportivo Wanda Alcalá de Henares por la incomparecencia del cuerpo arbitral”, informó el conjunto madridista en Twitter.
El duelo sería el primero de una nueva liga femenil totalmente profesional en España, luego de que las jugadoras hicieron campaña durante años para que se mejoraran sus remuneraciones y condiciones de trabajo.
No obstante, las colegiadas anunciaron el jueves la huelga. Su argumento era que si bien la Liga mejoró las condiciones para las futbolistas, no respondieron a sus reclamos.
Beatriz Álvarez, presidenta de la liga femenil, dijo que la culpa del aplazamiento del torneo es de la Real Federación Española de Futbol (RFEF), encabezada por Luis Rubiales, y las autoridades del gobierno a cargo de la política deportiva.
“Nos sentimos tristes y frustrados. Son muchos meses traba-jando, lo hemos intentado, pero al final se nos ha faltado al respeto”, dijo Álvarez. “La Federación ha intentado boicotear la liga femenina y el Consejo Superior de Deportes ha utilizado a las árbitras como ariete”, sostuvo.
Las nazarenas señalaron que ganan apenas 320 euros (6 mil 400 pesos) y las asistentes 160 (3 mil 200) por partido. De acuerdo con medios locales, la Federación de la cual dependen los árbitros, quiere que los clubes paguen a las silbantes por duelo el mismo salario de los hombres, 21 mil euros (419 mil 500 pesos) repartidos entre el cuerpo arbitral.
La Liga Profesional de Futbol Femenino ofreció mantener los 3 mil 300 euros (65 mil 900 pesos) que ya destina para cada partido, pero con un cambio en la distribución donde las silbantes ganarían mil 600 euros (31 mil 950) y las asistentes 800 (15 mil 980).
Las silbantes rechazaron la oferta al indicar que tras el descuento por los pagos de seguridad social, la cantidad ofrecida no llegaría al sueldo mínimo interprofesional.
“Yo he sentido mucho bochorno por lo que hemos vivido. Entien-do que las árbitras están en su derecho de poder expresarse, pero también pudieron haber hecho las cosas de otra forma”, dijo María Pry, entrenadora del Madrid CFF, después de ser aplazado el encuentro ante el Alhama.
La Liga amagó desde el viernes que tomaría las acciones oportu-nas en reclamación de daños y perjuicios en contra de las nazarenas en caso de que no se presentaran.