“Tenemos apenas dos siglos de jugar a la independencia y de ilusionarnos con la soberanía, lo que en la cronología de la Historia es nada, y tú quieres que las condiciones de trabajo de los mineros en México sean diferentes a las de la época de la Colonia”, observó una mujer pensante, y añadió: “Ni virreinatos, ni emperadores, ni beneméritos, ni presidentes liberales y conservadores, ni congresistas, ni sindicatos, ni nadie, se ocupa de esos explotados trabajadores, cuya mayor conquista laboral ha sido que les permitan llevar sexoservidoras a sus barracas. En el subdesarrollo hasta el sentido común se vuelve ciencia, no se diga la infructuosa defensa de derechos laborales. Por ello somos tan buenos para sabotearnos a nosotros mismos, en la minería y en lo demás”.
En este sentido, un boletín de prensa dice: “Denuncian sabotaje al encierro de Los Ébanos. Durante el transcurso de la corrida del 8 de septiembre en la Monumental de Zacatecas, se dio a conocer que uno de los torileros informó a la empresa que encontró un frasco grande de un fuerte medicamento que sirve para tranquilizar a los animales, el cual fue vertido en el agua que bebieron los toros que integraron el encierro de la ganadería Los Ébanos, mismos que estaban saliendo al ruedo y mostraban en su comportamiento los efectos provocados por el medicamento conocido coloquialmente como ‘Ronpu’ (quisieron decir Rompún), por lo que la corrida fue víctima de un sabotaje. Se tomarán medidas al respecto”.
Después de un cauteloso silencio de la empresa ante los amagos de suspensión de la feria taurina por parte de otros improvisados, ese mismo día un nuevo boletín comunicó: “Habrá denuncia penal contra los que afectaron a los toros. La empresa de la plaza Monumental de Zacatecas denunciará penalmente alteración de los bebederos del encierro de este 8 de septiembre. La empresa se encuentra muy molesta por el hecho, puesto que ha sorteado las conocidas y diferentes vicisitudes que se le habían presentado para dar el tan tradicional serial taurino de septiembre y había tirado para adelante con mucha actitud, además de profesionalismo, incluso presentando en puntas esta primera corrida por el Escapulario de Plata. El matador Curro Leal, empresario de la monumental zacatecana, ha pedido la intervención del Ministerio Público para denunciar penalmente el hecho contra quien resulte responsable, no importando quien caiga o sea el autor material o intelectual del hecho, a quien se le pedirá (sic) todo el rigor de la ley. Del progreso de las investigaciones estaremos informando con oportunidad”.
Al día siguiente, el doctor Pedro Martínez Arteaga, jefe de los Servicios Veterinarios de la Plaza Monumental de Zacatecas, con ejemplar valor civil declaró al Círculo Taurino Zacatecano, reproducido luego en el portal Tlaxcala Taurina: “La empresa quiere justificar la mansedumbre del ganado que salió. La corrida fue mansa de órdago, al grado del que el segundo debió ser sustituido por uno de Marco Garfias los toros se dolían mucho al caminar y más al trotar salieron inutilizados. No se necesita echar mentiras por parte de la empresa. Yo estoy aquí para salvaguardar los intereses del público, no de la empresa ni de ninguna autoridad”.
Es responsabilidad del ganadero y de la empresa salvaguardar esos intereses, sólo que en este caso ambos son la misma persona, Pedro Haces Barba, nuevo propietario del hierro de Los Ébanos y nuevo empresario del coso zacatecano. Ojalá quiera informar con veracidad.