Ciudad de México. Las alcaldías Cuauhtémoc, Iztapalapa y Gustavo A. Madero encabezan la lista de denuncias por la operación de chelerías, pero se extienden sin control hasta la zona rural de la Ciudad de México.
Autoridades de esas demarcaciones coinciden en que la reactivación económica tras la crisis del covid-19 detonó el incremento de estos negocios que tienen como constante servir bebidas alcohólicas en plena vía pública, domicilios particulares o establecimientos disfrazados de cafeterías, fondas, billares u otros negocios de bajo impacto.
Otras de sus características son que permanecen abiertas hasta la madrugada y están asociadas con riñas, ruido excesivo, bebidas de dudosa procedencia, venta a menores de edad y consumo de sustancias ilegales.
En la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) se tienen acumulados 123 expedientes que se han abierto por quejas contra este tipo de establecimientos por no contar con la licencia de uso de suelo respectiva y el ruido excesivo que generan.
En un recorrido por el Eje 1 Norte, en Tepito, se constató la venta de cerveza y destilados en locales semifijos que se hallan sobre las aceras, los cuales comienzan a despachar antes de las 10 de la mañana, mientras los policías se limitan a evitar que ocupen el arroyo vehicular, advertidos por los mismos vendedores: “nos dijeron que no nos metiéramos con ellos”.
Las tardes del sábado las chelerías de Tepito tienen música en vivo, se montan luces estroboscópicas, lonas y cartulinas en las que invitan al consumidor: “arma tu promoción” con azulitos, rosita, verde, mojitos (vodka, curaçao, licor de fresa, menta y amper –bebida energética–), así como cerveza de barril a tres por 100 pesos. Muchos usuarios de redes sociales han documentado el ambiente de esos bares callejeros.
En la Candelaria de los Patos, cerca de la Cámara de Diputados, en la alcaldía Venustiano Carranza, abren sin límite, pues las quejas de vecinos de Corregidora y Carretones no son escuchadas, mientras en Gustavo A. Madero proliferan en estacionamientos acondicionados dentro de casas particulares, como en la colonia El Coyol, donde vecinos que pidieron el anonimato dijeron que se denuncia al 911, pero la policías llegan y dicen que nada se puede hacer por ser un inmueble particular y porque los propietarios aseguran que son reuniones familiares.
Los bares callejeros venden bebidas adulteradas, sobre las aceras y desde temprano. Yazmín Ortega
Bares itinerantes con bebidas patito
En Iztacalco, la alcaldía tiene identificadas 17 chelerías en la calle, que al ser un “jugoso negocio” se mueven de un punto a otro. El alcalde Armando Quintero detalló que se han clausurado 85 establecimientos de este tipo y se han promovido 10 denuncias penales por quebrantamiento de sellos, dos de ellas ya están judicializadas.
Citó como caso emblemático La Arracherísima, local de la colonia Reforma Iztaccíhuatl Sur, que operaba con aviso de bajo impacto para venta de alimentos preparados, pero comerciaba alcohol y rebasaba el horario permitido de las 17 horas. “Las noches de viernes y sábado llegaban un montón de jóvenes en motocicleta a beber, se les aplicó una multa ejemplar de 147 mil pesos y quisieron acusar a la alcaldía de extorsión.”
Sostuvo que para enfrentar la proliferación de estos negocios –donde se han incautado bebidas de dudosa procedencia, como vodka producido en Veracruz– mantiene una “cruzada permanente”, particularmente en la zona de Aplatlaco, en el límite con Iztapalapa, donde “no voy a permitir que se nos convierta en un segundo Tepito”.
En Azcapotzalco, la alcaldesa Margarita Saldaña consideró que se requiere una reforma al Código Penal que inhiba su operación y dote a la autoridad de más herramientas para sancionarlas y erradicarlas, tras señalar que recibe de 10 a 15 denuncias al mes y tiene identificadas unas 57 chelerías. El problema está en toda la alcaldía, pero hay puntos más conflictivos como las colonias San Pedro Xalpa, San Juan Tlihuaca, la Reynosa Tamaulipas, Santo Tomás y la ProHogar.
En Coyoacán hay 110 quejas y tiene 13 colonias como puntos de mayor incidencia como El Mirador, Pedregal de Santo Domingo, Pedregal de Santa Úrsula, Ejido Viejo de Santa Úrsula Coapa, Ajusco, CTM Culhuacán. Se han clausurado 68 y destruido cuatro toneladas de bebidas, mientras su vecina Benito Juárez ha cerrado 86 establecimientos.
En Tlalpan se han quitado 15 chelerías de la vía pública y cerrado más de 60 locales sobre la carretera Picacho Ajusco y en avenida Acoxpa, por la zona de Villa Coapa, que se cuenta entre las colonias más conflictivas, junto con Isidro Fabela, Huipulco y Mesa de Hornos.
La zona rural de la capital tampoco se salva, por lo que en Milpa Alta suman 20 solicitudes de verificación, principalmente en San Antonio Tecómitl, San Pablo Oztotepec, San Salvador Cuauhtenco y Villa Milpa Alta, en tanto que Magdalena Contreras detectó que esos negocios en casas particulares tienen la nueva modalidad de entrega a domicilio con pedidos vía WhatsApp.