Los permisos otorgados a la Embajada de Estados Unidos para la tala de 122 árboles “son irrevocables”, aunque sus representantes acordaron una reducción de 34 por ciento, a 81, en la construcción de su nueva sede, ubicada en la colonia Irrigación, cuya operación no implicará el cierre o apropiación de vialidades.

En una asamblea informativa, donde acudieron autoridades de Medio Ambiente y Participación Ciudadana del Gobierno capitalino, vecinos reiteraron que “no se tale uno más y continúen las mesas de diálogo para encontrar alternativas”.

Las autoridades precisaron que se han talado 49 y se prevén otros 32 en Presa Angostura y Presa Legaria, por cuestiones de seguridad, y se acordó una restitución económica de 312 mil pesos al Fondo Ambiental, que ya hizo, como parte de las medidas de mitigación y compensación.

Además de la restitución de 376 árboles de gran tamaño; un área de 8 mil 70 metros cuadrados sin construcción al interior del inmueble; y la creación de un sistema de captación de agua de lluvia.

La Embajada también llevó a cabo la remediación del terreno que ocupaba la empresa Colgate Palmolive, lo cual le llevó bastante tiempo; sin embargo, el reinicio de las obras dependerá de los acuerdos que se alcancen con los vecinos y los representantes de la Embajada, que ha mostrado apretura al diálogo.

En total serán donados 460 árboles, los cuales serán plantados en la colonia, y se analiza la donación de un espacio que está enfrente de la Embajada para crear un parque y ver qué se hará con los árboles que se talen, comentó Ruth Gradilla, de la Comisión de Participación Comunitaria de la colonia Irrigación.

Al interior de la Embajada, precisó, serán 376 árboles y los demás al exterior y está en posible revisión que se coloquen en la calle de Casa de la Moneda y en un andador que tienen a su interior, lo cual no estaba incluido en su proyecto.

Los motivos fundamentales que da la embajada como justificación para esta tala son tres: uno, riesgo que escale un árbol y se brinque al interior a la sede, lo cual sucedió en Guadalajara; y dos, que las banquetas de Presa la Angostura y calzada Legaria son estrechas con la cantidad de personas que esperan que ingresen por ambas vialidades.

Un tercer punto es que dado el avance del proyecto no hay condiciones para modificarlo sustancialmente y sus programas y medidas de seguridad.