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Política

2022-09-10 06:00

Infancia y sociedad

Periódico La Jornada
sábado 10 de septiembre de 2022 , p. 10

De los 6 a los 12 años de edad es la mejor etapa para aprender a pensar, ya que es cuando las facultades intelectuales se encuentran en plena formación. En esa etapa maduran, se mielinizan y conectan (empiezan a funcionar) las neuronas de las zonas prefrontales del cerebro, que es donde operan las funciones intelectuales más elevadas: pensamiento abstracto, operaciones lógicas, análisis y síntesis, entre otras.

Durante mucho tiempo se creyó que la lógica era innata y que venía ya instalada en el cerebro infantil. Descartes consideraba al sentido común –la facultad de razonar lógicamente– como la cosa más corriente del mundo, y Rousseau fundamentó su pedagogía en las perfecciones congénitas del individuo.

Por eso las escuelas tradicionales han funcionado por siglos con el supuesto de que al estar el adulto prefigurado en el niño, se trata únicamente de amueblar o de alimentar unas facultades ya hechas, en vez de formarlas. En lugar de pensar en la escuela como un centro de actividades reales y experimentales, se ha procurado saturar de conocimientos –frecuentemente innecesarios– a los niños, y luego examinarlos sobre lo memorizado. Nada más inútil: memorizar no es aprender.

La lógica no es innata en el niño. La lógica formal, en el sentido adulto del término, empieza a formarse hasta los 11 y 12 años de edad; su total consolidación llega hasta los 14 o 15 años de edad. Estos datos debieran ser suficientes para replantear toda la educación básica. Pues el derecho a la educación significa el acceso de la niñez a una escuela formadora para aprender a pensar, a preguntar, a comprender metáforas y a investigar temas realmente significativos; una escuela que ayude a formar el pensamiento lógico, despierte el interés auténtico por el conocimiento y ofrezca oportunidades para desarrollar lenguajes creativos.

Planes y programas educativos oficiales, con sus buenos propósitos, nunca hacen explícita su noción de “lo formativo”, ni logran aterrizar una práctica pedagógica transformadora que ofrezca a la niñez la posibilidad de aprender a pensar y desarrollar su inteligencia.

Bitácora: En Tamaulipas, la niña Heidi, de 4 años, muere por bala militar en su cabeza. Dos de cada tres bebés no tienen el esquema básico de vacunas. Hay unos 250 mil menores huérfanos en el país.

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