Washington. En autobús, Texas envió a más de 10 mil migrantes a las ciudades santuarios de Washington DC, Nueva York y Chicago, informó el gobernador de aquel estado, Greg Abbott.
“Texas trasladó a más de 7 mil 900 migrantes a la capital de nuestra nación desde abril y a más de 2 mil 200 a la ciudad de Nueva York desde el 5 de agosto.
“A partir del miércoles pasado, más de 300 inmigrantes de Texas han llegado a Chicago”, precisó Abbott en un comunicado.
La salida de estos viajantes que cruzaron ilegalmente desde México brindó un alivio muy necesario a las comunidades abrumadas en la frontera sur de Estados Unidos, añadió el mandatario. Las urbes santuarios buscan proteger de deportaciones o arrestos a los indocumentados.
El aumento del número de ingresos ejerció gran presión sobre los recursos locales, estatales y federales en la frontera sur que están tratando de manejar la situación.
La alcaldesa de la capital estadunidense, Muriel Bowser, declaró emergencia pública en la ciudad debido a la llegada de miles de inmigrantes indocumentados en autobuses desde Texas y Arizona.
La campaña de Abbott, de enviar inmigrantes a otros estados, le ha costado a Texas, hasta el momento, 12 millones de dólares.
Centenas de estos viajeros son detenidos diariamente a lo largo de la frontera sur y suroeste de Estados Unidos que abarca cuatro estados: Texas, Nuevo México, Arizona y California.
Desde el comienzo del año fiscal 2022 en octubre y hasta el 31 de julio, casi dos millones fueron detenidos tras cruzar desde México, frente a 1.3 millones del mismo periodo del año anterior, según cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
Por otra parte, la administración del presidente Joe Biden recomienda un objetivo de admisión de 125 mil refugiados para el año fiscal 2023, indicó el vocero del Departamento de Estado, Ned Price.
El objetivo propuesto –el mismo que para este año fiscal– “abordará las crecientes necesidades generadas por las crisis humanitarias, incluyendo los más de 100 millones de desplazados en todo el mundo”, declaró Price en un comunicado.
El demócrata Biden, quien asumió el cargo en enero de 2021, prometió invertir el rumbo después de que su predecesor, el ex presidente republicano Donald Trump recortó el tope de refugiados a sólo 15 mil anuales, el total más bajo en la historia del programa moderno de refugiados.
El gobierno de Biden admitió a muchos menos de los 125 mil refugiados considerados para el año fiscal que termina el 30 de septiembre. Hasta el 31 de agosto, Estados Unidos sólo había recibido 19 mil 919, de acuerdo con datos del gobierno.