Miami. América se han convertido en el epicentro del brote mundial de viruela símica con más de 30 mil casos, concentrados principalmente en Estados Unidos, Brasil, Perú y Canadá, informó ayer la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Sin embargo, aclaró que por ahora no es necesaria una vacunación masiva.
“Con la escasez de vacunas y sin un tratamiento eficaz para la viruela, los países deben intensificar sus esfuerzos para prevenir la propagación del virus en nuestra región”, expresó Carissa Etienne, directora de la OPS. “Tenemos los medios para desacelerar a este virus”, indicó.
A diferencia del covid-19, la viruela del mono no se contagia a través del aire, sino cuando una persona entra en contacto físico con una enferma o con un animal.
La viruela símica lleva décadas circulando en África central y occidental y no se sabía de grandes brotes en naciones de otros continentes o de que se propagara ampliamente entre las personas hasta mayo, cuando comenzaron a reportarse docenas de casos en Europa y América del Norte.
La Organización Mundial de la Salud declaró en julio una emergencia mundial por la viruela símica, el nivel de alerta más elevado que ha sido ya utilizado en el pasado en brotes similares del zika en América Latina, en 2016, y en la pandemia de coronavirus, entre otros. La declaración no significa necesariamente que la enfermedad sea particularmente transmisible o letal.
En América, la mayoría de los casos han sido detectados entre hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres, aunque también se han confirmado al menos 145 casos entre mujeres y 54 casos entre menores de 18 años, señaló la OPS.
Hasta ahora se han registrado 30 mil 772 casos en 31 países del continente y cuatro muertos en Brasil, Cuba y Ecuador, de acuerdo con la OPS.
Unas 12 naciones de la región han solicitado asistencia a la OPS para comprar dosis de la vacuna Bavarian Nordic y comenzarán a recibirlas a partir de septiembre, dijo la organización, pero sin suministrar detalles ni los nombres de esos países. Otros siete están analizando si lo harán.
La OPS, sin embargo, enfatizó que debido a la escasez de suministros, la vacuna sólo debería aplicarse por ahora a los grupos de mayor riesgo.
“La vacuna es una herramienta de ayuda, pero no va a resolver los problemas definitivos”, dijo el subdirector interino de la organización, Marcos Espinal.
Para prevenir la propagación es vital que se realicen campañas con mensajes sobre cómo se transmite la viruela símica y cómo se identifican los síntomas.