París. Europa vivió su verano más caluroso en 2022, un año en el que se han multiplicado los episodios meteorológicos extremos, que según los especialistas están vinculados al cambio climático.
Las temperaturas medias fueron "las más elevadas, a la vez para el mes de agosto y para todo el verano", y superaron los registros de 2021, que era el récord precedente, indicó el servicio de vigilancia satelital Copernicus en un comunicado este jueves.
El mes de agosto fue el más caluroso en el continente por un "margen sustancial", superando el de agosto de 2021 en 0,4 grados Celsius.
Ese aumento de temperatura de 0,4 grados Celsius fue también registrado en junio y julio.
En los tres meses del verano boreal (junio-agosto) las temperaturas superaron de media en 1,34 grados Celsius los valores del periodo 1991-2020. En el caso particular de agosto, ese alza fue de 1,72 grados Celsius.
"Una intensa serie de olas de calor en toda Europa, junto a unas condiciones inusualmente secas, condujeron a un verano de extremos, con récords en términos de temperatura, sequía e incendios forestales en muchas partes de Europa", explicó Freja Vamborg, una alta responsable científica del sistema de vigilancia sobre el cambio climático.
"Los datos muestran no sólo que tuvimos temperaturas récord en agosto en Europa, sino todo el verano, y que el récord previo fue hace tan sólo un año atrás", añadió.
Incendios y sequías
El programa Copernicus utiliza una serie de satélites llamados Sentinel, el primero de los cuales fue lanzado en 2014, aunque su base de datos climáticos se remonta a 1979.
Copernicus ya había alertado a mediados de agosto que el balance provisional de hectáreas quemadas en Europa superaba las 660 mil hectáreas.
La zona más golpeada por los incendios fue la península ibérica. En España, que sufrió dos grandes olas de calor este verano entre junio y agosto, se quemaron 246.278 hectáreas, según las cifras provisionales.
Numerosos países superaron sus récords de calor nacionales, como el Reino Unido, que registró por primera vez 40 grados Celsius.
Y las sequías obligaron a restricciones en el uso del agua no solamente en el sur del continente europeo, como es tradicional durante el verano, sino en localidades de países como Francia, una novedad preocupante.
Según datos del Observatorio de la Sequía de la Comisión Europea, el 47 por ciento de la superficie del continente está bajo vigilancia a causa de ese fenómeno.
Los científicos alertan desde hace años sobre el hecho que las consecuencias del cambio climático se multiplicarán a medida que las temperaturas medias suben.
El Acuerdo de París de 2015, principal tratado en materia de cambio climático, plantea como objetivo mantener el calentamiento de la atmósfera "muy por debajo" de los 2 grados Celsius y de preferencia a 1,5 grados Celsius respecto a la era preindustrial, cuando empezaron las emisiones de gas de efecto invernadero de forma masiva.
Según los datos más recientes, el calentamiento del planeta ya ha llegado a 1,2 grados Celsius (aumento de la temperatura media), y todo apunta que nos dirigimos a un aumento del 2,7 grados Celsius, que sería "catastrófico".