El huracán Kay, que estaba ayer en la categoría 1 de la escala Saffir-Simpson, empezó a causar daños en Baja California Sur, donde mil 661 personas se refugiaron en albergues instalados en los cinco municipios de la entidad. Los puertos sinaloenses de Altata, Mazatlán y Teacapán fueron cerrados a la navegación menor, y el de Topolobampo a todo tipo de embarcaciones. En Chihuahua, cuatro personas murieron ahogadas tras las torrenciales lluvias.
El meteoro estaba al cierre de esta edición 255 kilómetros al suroeste de Santa Fe, Baja California Sur, y 320 kilómetros al oeste de Cabo San Lucas, en el mismo estado, con vientos sostenidos de 155 kilómetros por hora y rachas hasta de 195, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). El fenómeno produjo en esa entidad intensas precipitaciones que causaron deslaves de cerros y crecidas de arroyos.
Militares y socorristas de Protección Civil rescataron a tres pasajeros de un autobús de la empresa ABC en el municipio de Loreto.
El gobernador sudcaliforniano, Víctor Manuel Castro, informó que si bien los aeropuertos funcionaban normalmente, más de 20 vuelos se cancelaron en La Paz y Los Cabos. Agregó que escuelas y oficinas de gobierno suspendieron actividades y anunció que se prohibió la venta de bebidas alcohólicas.
Debido a Kay, que ayer se desplazaba con rumbo nor-noroeste a 20 kilómetros por hora, puertos de Sinaloa fueron cerrados a la navegación menor y se suspendieron las labores escolares en los 18 municipios de esa entidad.
El SMN pronosticó que Kay produciría este jueves lluvias de fuertes a torrenciales en Baja California Sur, Durango, Jalisco, Sinaloa, Baja California, Nayarit y Sonora.
Autoridades municipales de Chihuahua informaron que se halló a una persona muerta por ahogamiento en el barrio Santa María de Cuauhtémoc; a dos en la comunidad de San Rafael, municipio de La Cruz, arrastrados por el río Conchos, y a una en el sur de la capital del estado, que no logró salir de la represa Los Lecheros.
Mientras, los aguaceros continuaron en Nuevo León, aportando gran cantidad de líquido a las presas de la entidad. El embalse La Boca, en el municipio de Santiago, estaba ayer a 68.4 por ciento de su capacidad, pero había una fuga en su cortina, que el organismo operador Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (SADM) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) atribuyeron a empaques que se resecaron durante los meses en que el estado padeció sequía intensa.
La presa El Cuchillo, en el municipio de China, recibió 117.9 millones de metros cúbicos de lluvia en un solo día, suficientes para llenar La Boca tres veces; estaba ayer a 61.5 por ciento de su cupo y almacenaba casi 691.6 millones de metros cúbicos, de acuerdo con la Conagua.
Según Juan Ignacio Barragán, director de SADM, la recuperación de los embalses nuevoleoneses, así como la apertura de nuevos pozos y el abatimiento de fugas en la red hidráulica impedirán que Monterrey padezca en 2023 una crisis por desabasto de agua como la de este año.
Mientras tanto, un puente colapsó en el municipio de Los Ramones, unos 80 kilómetros al oriente de Monterrey, lo que dejó aisladas a dos comunidades.
Asimismo quedaron incomunicados por tierra los habitantes de al menos siete localidades rurales de los municipios de Sombrerete y Río Grande, en Zacatecas, por ríos desbordados debido a las lluvias.
Mientras, en Morelos, se inundaron 97 viviendas en los municipios de Zacatepec, Tlaltizapán, Jojutla y Tlaquiltenango.