La etapa desconocida, no oficial, de Carlota de Habsburgo, la emperatriz de México, quien pasó más de la mitad de su vida entre la locura y delirios de persecución, encerrada a sus 27 años en el alcázar del Castillo de Miramar, es abordada por el dramaturgo César Cano en el monólogo que se presenta en el Aula Magna del Instituto Cultural Helénico.
Bajo la dirección de Noé Alvarado, Ágora Compañía Teatral presenta los sábados y domingos de septiembre la obra De estas prisiones… Carlota: Una emperatriz sin imperio, que muestra a Carlota enfrentándose a la complicada vida de una mujer en un mundo de y para hombres.
En entrevista con La Jornada, el director Noé Alvarado explicó que el montaje “tiene muchas aristas desde lo histórico, lo político y lo anecdótico. Pretendemos tocar estas vibras en la mujer; Carlota tuvo que luchar contra situaciones personales, pero también de la sociedad y la época que le tocó vivir, así que nos centramos un poco más a visualizar este sentir de una mujer que de alguna manera por una gran ambición y también por amor y entrega a Maximiliano y México llegó a perder todo, incluso la razón, y ese es nuestro enfoque”.
Alvarado indicó que la obra de Cano está basada en las cartas personales de Carlota de Habsburgo y en la infidelidad constante de Maximiliano y cómo la emperatriz no pudo gobernar siendo mujer. “Fue una mujer controversial y para mí un ícono en la historia del país, aunque no está colocada en el lugar y valor que le corresponde”.
De estas prisiones… cuenta la historia de la mujer que poco a poco fue perdiendo la razón a causa de su lucha para conservar su imperio, sobresalir en un mundo gobernado por el sexo masculino y por conservar a su esposo, del cual no recibirá mucha atención y que, no obstante sus esfuerzos, educación, conocimientos, su amor a México y su alto valor moral, perdió todo lo que le importaba y terminó derrotada por una terrible enfermedad mental, sola y encerrada en una torre por 60 años pero, a pesar de todo, es un gran ejemplo de la lucha de la mujer que hoy sostiene sus ideales y logra enaltecer el principio de este esfuerzo.
Noé Alvarado expresó que la propuesta de Cano hace énfasis en la lucha constante de las mujeres por romper cadenas, despojos, ya que en el imperio no había condiciones mínimas para que mejorara su situación. “Carlota padeció esquizofrenia desde pequeña. Cuando visitó a Napoleón III como una de las últimas alternativas para que continuara la monarquía y se apoyara a Maximiliano, no contó con apoyo y ya no regreso a México, fue encerrada en la torre del castillo cuando tenía 27 años y en ese encierro tuvo algunos momentos de lucidez, y escribió algunas cartas”.
Después de tener un imperio, sólo la acompañaron sus recuerdos, la enfermedad, sus penas y miedos. La princesa belga le hablaba a su esposo muerto a través de un muñeco confeccionado por ella misma; lo enfrenta, le reprocha y le asegura que su imperio estaría en pie si hubiera escuchado sus consejos visionarios y estratégicos para convencer a Napoleón III que no retirara a las tropas de México.
La actriz Gabriela Palafox interpreta a Carlota, una mujer que vivió prisionera de su mente, de sus emociones y sus enfermedades. “Hay emociones que nosotros la nobleza no podemos darnos el lujo de sentir”, comparte en la obra el personaje.
Con la participación del chelista Omar González, De estas prisiones...Carlota: una emperatriz sin imperio se presentará los sábados de septiembre a las 19 horas y los domingos a las 18 horas en el Aula Magna del Instituto Cultural Helénico (avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn, Álvaro Obregón).