París. Los colibríes jacobinos hembras, especie conocida en vastas zonas del continente americano, se disfrazan de machos, adoptando el color de su plumaje, para competir por el néctar de las flores, según un estudio publicado ayer.
El macho Florisuga mellivora, de cuello blanco tiene un plumaje más colorido que el de las hembras.
Sin embargo, 20 por ciento de las hembras crecen imitando a los machos, que así no las atacan tan fácilmente, según ese estudio, basado en trabajos anteriores, que ha sido aceptado para publicación en Proceedings B, revista de la Real Sociedad.
“Las hembras androcromas (con una apariencia de macho) imitan a los machos, más agresivos, para acceder al néctar”, explicó a Afp el principal autor del estudio, Jay Falk, del departamento de biología de la Universidad de Washington.
El mimetismo entre especies es muy conocido, básicamente para camuflarse y mejorar sus posibilidades de supervivencia, o de depredación.
Pero en este caso las colibríes jacobinas adoptan ese disfraz para competir con los machos de su misma especie, algo mucho más inusual.
Esa imitación se limita al plumaje, explica en su estudio el equipo dirigido por Jay Falk, que trabajó en Panamá durante varios años para presentar las conclusiones de su investigación.