Después de varios días de cuestionamientos sobre su iniciativa de trasladar la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador admitió un viraje en su visión del papel de los militares en la seguridad pública respecto a sus propuestas de campaña: “Sí, sí cambié de opinión ya viendo el problema que me heredaron. ¿Cómo enfrentar la inseguridad? (...) Imagínense qué íbamos a hacer con la Policía Federal, cómo estaba”.
Reconoció la gravedad del problema: “Cuando llegué al gobierno y vi que no había seguridad para la gente... el pueblo de México estaba en estado de indefensión. Lo que había era un combate a bandas de narcotráfico de manera selectiva”. Sin embargo, relató que desde 2016, en su libro La Salida, ya había esbozado la construcción de una Guardia Nacional con el apoyo del Ejército y la Marina.
–¿Cuál fue el momento (del cambio de opinión), Presidente?
–Ah, pues cuando tenía que enfrentar el problema de la inseguridad y vi la gravedad de que no se tenía con quién.
Arremetió contra lo que llamó el gatopardismo de sus adversarios, quienes, afirmó, pretenden mantener el statu quo con una campaña de desprestigio contra el gobierno, al que acusan de intentar militarizar al país.
Sin embargo, más adelante avaló la ruta propuesta por la diputada Yolanda de la Torre, del PRI, para ampliar a 2028 el periodo en el cual las fuerzas armadas podrán desempeñar tareas de seguridad pública.
Sugirió que, concluido ese nuevo plazo, se podría convocar a una consulta popular para que, con base en los resultados de la Guardia Nacional bajo “mando militar” en ese lapso, la gente se pronunciara por mantenerla en la Defensa o regresara a la Secretaría de Seguridad.
–¿Acompañaría esta propuesta de que sí se prolongue hasta 2028 con la iniciativa del PRI?
–Pienso que hace bien el PRI en rectificar. Es que desde Salinas se empanizaron, un partido surgido de una revolución ejemplar (…)
“Yo estoy de acuerdo con eso (extender a 2028 las tareas de los militares en seguridad pública)”, manifestó el Presidente, quien acudió a una metáfora beisbolística para sugerir que es mejor tomar medidas ahora, por si más adelante llegara un gobierno de otro signo: “...en caso de que... –no va a suceder y toco madera–, pero para atrás los fielders…”
En la conferencia matutina de ayer se le insistió sobre la viabilidad de la propuesta priísta. “Si el PRI plantea ayudar haría muy bien y que se deslinde ya…”, respondió López Obrador, quien estimó que la propuesta eventualmente es para que ese partido salga de su situación actual.
“Cualquier partido lo que busca es salir adelante y si les está yendo mal, pues sólo que sean masoquistas, o sea, ¿qué hacen? Si por eso existen los divorcios”, bromeó.
–¿Los recibirían de este lado?
–No, yo no sé, ese es otro asunto. A mí lo que me importa es el que podamos juntos llevar a cabo la transformación que requiere el país en bien de todos. Podemos tener muchas diferencias, pero en el tema de seguridad está de por medio la tranquilidad de la gente y el que podamos caminar con libertad, que no nos roben, que no nos secuestren. ¿Cómo vamos a meter en la agenda política este tema? Es realmente mezquino. Los del PAN.
En su explicación dejó entrever que surgiría un vacío cuando se venza el actual plazo legal para que el presidente disponga de la fuerza armada permanente en tareas de seguridad pública. Según uno de los transitorios del decreto de la reforma constitucional correspondiente, ese lapso termina en 2024.
López Obrador señaló que puede haber una salida temporal, “pero lo que hay que buscar es una solución de fondo, estructural. Yo ya me voy a ir, ya dentro de dos años, pero no quiero que vuelva lo mismo” de la época de la desaparecida Policía Federal.