Ginebra. Unos 730 niños murieron entre enero y julio en centros de nutrición en Somalia, país en riesgo de hambruna, informó ayer el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que teme que la cifra real sea más elevada.
“La malnutrición alcanzó niveles sin precedente”, declaró la representante de Unicef en Somalia, Wafaa Saeed.
La cifra representa menos de uno por ciento de los niños ingresados en esos centros, aunque Unicef estima que la cifra real podría ser más elevada, ya que muchos decesos no se notifican.
Millón y medio de niños, es decir, casi la mitad de infantes de menos de cinco años, son susceptibles de sufrir malnutrición aguda.
Somalia está al borde de la hambruna, alertó el lunes el jefe de la agencia humanitaria de la Organización de Naciones Unidas, Martin Griffiths, en un “último aviso” antes de una catástrofe en este país del Cuerno de África afectado por una sequía histórica.
Somalia se vio golpeada en 2011-2012 por una hambruna que causó 260 mil muertos, la mitad de ellos niños de menos de cinco años.