Kiev. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) exigió ayer en un informe de 52 páginas instaurar una “zona de seguridad” en torno a la central nuclear de Zaporiyia, en Ucrania, controlada por las tropas rusas y blanco de bombardeos.
La situación en la central más grande de Europa “es insostenible”, advirtió el OIEA en su reporte, presentado ante el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
“Urge tomar medidas preventivas”, como el establecimiento de una zona de seguridad nuclear y de protección en las instalaciones ubicadas en el sur de Ucrania, agregó.
“Los bombardeos en el lugar y en los alrededores deben cesar de inmediato para evitar más daños en las instalaciones”, prosiguió, al subrayar las “condiciones extremadamente estresantes” en las que trabaja el personal ucranio, bajo control de los militares rusos.
El director general del OIEA, Rafael Grossi, advirtió que tanto Rusia como Ucrania están “jugando con fuego” y algo realmente “catastrófico” podría ocurrir si no cesan los enfrentamientos.
Tras la presentación del informe, el embajador ruso ante la ONU, Vasily Nebenzia, “lamentó” que el organismo no responsabilice a Kiev por los bombardeos en Zaporiyia y rechazó, en primera instancia, la propuesta de crear la zona de seguridad, al considerar que “no es seria.
“Si la central nuclear se desmilitariza, Ucrania la ocupará de inmediato”, argumentó Nebenzia.
El presidente ucranio, Volodymir Zelensky, saludó, en su mensaje diario, el documento que menciona la presencia de material militar ruso en la central nuclear. Sin embargo, expresó sus dudas sobre la zona de seguridad que la organización aspira a establecer.
Zelensky afirmó que está abierto a apoyar dicha propuesta, siempre y cuando implique terminar con la presencia militar rusa que “ha puesto a la planta de Zaporiyia al borde del desastre radiactivo”.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó a Moscú y Kiev a acordar un perímetro desmilitarizado alrededor del complejo, durante su intervención en el Consejo de Seguridad.
“La mejor acción para garantizar la seguridad de las instalaciones nucleares de Ucrania y su población sería que este conflicto termine ahora”, aseveró Guterres, quien indicó que la central y sus alrededores no deben convertirse en objetivo de los ataques, ni tampoco en lugar para albergar tropas.
En tanto, Moscú y Kiev se acusaron mutuamente de nuevos bombardeos sobre el complejo nuclear.
El ministerio ruso de Defensa detalló que “en las últimas 24 horas, las fuerzas armadas ucranias dispararon 15 proyectiles de artillería contra la ciudad de Energodar y el territorio de la central nuclear de Zaporiyia”.
Tres proyectiles cayeron en las instalaciones y uno de ellos explotó cerca de los tanques de almacenamiento de agua próximos al segundo de los seis reactores de la planta, aunque la radiactividad se mantiene “dentro de las normas”, según el ministerio.
Vladimir Rogov, miembro de la administración rusa de Zaporiyia, informó que los disparos de ayer dañaron una línea eléctrica, lo que provocó la reducción de la capacidad del sexto reactor, el último en funcionamiento.
“La central nuclear está trabajando para satisfacer sus propias necesidades de electricidad”, publicó en Telegram.
El gobierno ucranio alertó que un ataque ruso dejó sin luz y agua a Energodar. “En este momento hay explosiones en la ciudad de Energodar. Las provocaciones continúan. Hay bombardeos de los ocupantes”, declaró en Telegram el alcalde en el exilio Dmytro Orlov.
El informe del OIEA , que se puede consultar en https://tinyurl.com/yeszwnx, es resultado de una misión de los inspectores realizada el jueves en Zaporiyia. La mayor parte del equipo internacional abandonó la planta el viernes, pero dos de sus miembros permanecerán por tiempo indefinido para vigilar el sitio.
En tanto, Artiom Bardin, líder de los ocupantes rusos de la ciudad portuaria ucrania de Berdiansk, murió al explotar su automóvil en un atentado perpetrado por “terroristas”, dieron a conocer las autoridades locales sostenidas por Moscú.