Tepic, Nay., El colapso del fondo de pensiones para los trabajadores del gobierno estatal durante la administración del priísta Roberto Sandoval Castañeda (2011-2017) obligó al gobierno actual, encabezado por el morenista Miguel Ángel Navarro Quintero, a destinar a ese rubro un subsidio superior a 682 millones de pesos en menos de un año, informó Julio César López Ruelas, titular de la Secretaría de Administración y Finanzas.
En entrevista, el funcionario explicó que, por ley, Nayarit debe destinar a pensiones de personal jubilado de base, de confianza y del magisterio 97 millones de pesos al mes; sin embargo, por el quebranto que sufrió ese fondo en 2015, sólo había 35 millones disponibles, por lo cual los otros 62 millones los aporta el estado como subsidio permanente.
Indicó que a la fecha hay mil 104 solicitudes de trabajadores que quieren retirarse, las cuales siguen en espera de dictamen; en caso de aprobarse, esto representaría un aumento mensual de 22 millones al gasto del gobierno estatal.
López Ruelas refirió, además, que se siguen cumpliendo, “en la medida de las posibilidades reales”, un cúmulo de sentencias de juicios laborales relacionados con jubilaciones interpuestos desde las gestiones de los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional, que encabezaron Sandoval Castañeda y Antonio Echevarría (2017-2021), respectivamente.
Respecto a las pólizas por defunción y pago de marcha (gastos funerarios), dijo que hay 267 casos pendientes, tanto de pensionados como de trabajadores que aún estaban en activo, lo que representa un rezago adicional de 196 millones de pesos.
Fallas de origen
Antonio Bautista, dirigente del Sindicato Independiente de Trabajadores del Estado y Municipios, afirmó que el problema comenzó en el cuarto año del gobierno del priísta Ney González Sánchez, en 2009, “cuando las retenciones a los empleados no fueron depositadas, se sacó dinero para pagar aguinaldos y cubrir otros gastos, así como para préstamos a los ayuntamientos” que nunca fueron pagados.
Establecido en principio para una vigencia de 30 años con el esquema del sistema pensionario del Instituto Mexicano del Seguro Social, en 1997, durante el gobierno de Rigoberto Ochoa, también del PRI, este fondo “nació con deficiencias y problemas estructurales, sin proyecciones reales a largo plazo y con el criterio de limitarse a salir del paso cada sexenio”, recalcó.