El paquete económico para 2023 “es equilibrado”, prevé incrementos para los programas sociales, recursos necesarios para los proyectos estratégicos y no contempla aumento de impuestos ni en las tarifas de energéticos y combustibles.
Así lo dio a conocer ayer en la mañanera el presidente Andrés Manuel López Obradora a pregunta expresa sobre el paquete presupuestal para el siguiente año, que este jueves el Ejecutivo federal enviará al Legislativo para su análisis y aprobación.
“Vamos a poder financiar todos los programas prioritarios... Es muy equilibrado en cuanto a ingresos y al financiamiento de todos los programas de bienestar, se está considerando un incremento en el presupuesto, en el caso de (la pensión para) adultos mayores es un incremento de poco más de 25 por ciento”, planteó el mandatario federal.
Asimismo, incluye recursos para concluir tanto el Tren Maya –que se prevé esté listo en diciembre de 2023– como los programas de desarrollo del Istmo de Tehuantepec; para terminar de integrar la refinería Dos Bocas, así como financiar las dos plantas coquizadoras que se construyen y continuar con la modernización de las refinerías, todo ello encaminado a elevar la producción de gasolinas y diésel.
El paquete también tendrá recursos para construir dos nuevas plantas termoeléctricas en la península de Yucatán (una en Mérida y otra en Valladolid) copn el fin de “resolver el problema del abasto eléctrico en toda la región”.
No habrá despidos
Además, habrá presupuesto para que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) resuelva el problema de interconexión en el norte, de Sonora a Baja California, y que no falte electricidad en Baja California Sur, en particular en Los Cabos, señaló el Presidente.
“Tenemos 34 proyectos eléctricos y, de éstos, 16 tienen que ver con modernización de las hidroeléctricas, compra de turbinas nuevas y de equipos para producir más energía eléctrica.”
López Obrador garantizó que no habrá incremento de impuestos, ni en las tarifas eléctricas, ni en los precios de gasolina, diésel y gas.
Asimismo, refirió que continuarán los ajustes gubernamentales para seguir ahorrando recursos públicos y dirigirlos al bienestar social, pero para esto no se tocarán salarios de burócratas ni habrá despidos.
Dijo que son posibles estos ahorros y ejemplificó con la propia oficina gubernamental. “Cuando llegué, la Oficina de la Presidencia tenían un presupuesto de 3 mil 600 millones, y este año son 600 millones, es decir, 3 mil millones menos, y ya no va a aumentar. Vamos a seguir con la austeridad, ahorrando, para poder financiar el desarrollo sin endeudamiento”.
En cuanto a la recaudación, resaltó que se terminaron los privilegios fiscales. “Lo único que estamos demandando respetuosamente es que todos nos sigan ayudando, que sigan contribuyendo, ya no hay privilegios fiscales y que no estén pensando que los despachos fiscalistas se la saben de todas todas, no van a poder”.
Se refirió al los titulares de la Secretaría de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y del Servicio de Administración Tributaria, Raquel Buenrostro, como “eminencias”, honestos y que no caen en el influyentismo, eficaces en sus puestos.