Al cuestionar que el incremento en el precio de la tortilla obedece esencialmente al aumento en los precios del maíz por parte de las dos principales empresas que controlan el mercado Maseca y Minsa, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que se ha ordenado a la Secretaría de Hacienda establecer acercamientos para solicitar información de ese aumento injustificado que impacta en la economía popular.
Mencionó que “sin autoritarismo”, se requiere escuchar la explicación enfatizando en que “lo que no se puede es que en una época de crisis, de carestía, es que se obtengan ganancias extraordinarias por lo general tiene que haber negocios con ganancias razonables”. Si bien reconoció que hay un problema mundial de inflación, destacó que en el caso de los productos básicos, la tortilla es donde mayor ha repercutido.
Destacó que se reunió con su gabinete económico para evaluar la evolución de los precios porque si bien es un fenómeno mundial, reconoció que con la inflación registrada “si ha habido una disminución del poder adquisitivo por la inflación por eso hay que atender el problema de la inflación porque significa pérdida del poder adquisitivo. Se puede tener más ingresos pero si suben los precios se pierde”.
López Obrador mencionó que Maseca tiene casi el 70 por ciento del mercado de maíz y Minsa poco menos del 20 por ciento, por lo cual se requiere tener diálogo para que contribuyan a enfrentar el problema inflacionario. Porque el precio de la tortilla va creciendo a la par de Maseca, no así Minsa”, apuntó al presentar una gráfica donde mostró el incremento del precio del maíz por parte de Maseca.
Señaló que en el mismo sentido buscarán un acercamiento con las tres principales cadenas de autoservicio (Walmart, Soriana y Chedraui) para revisar el control de otros productos básicos. Dijo que se tiene control en el frijol pero se requiere revisar el precio de otros productos como el huevo con el pollo, porque no queremos abrir el mercado internacionalmente, Sin embargo, mencionó que desde Argentina hay carne pero se restringe por la fiebre aftosa.
López Obrador reivindicó su política energética como un instrumento medular para acotar la inflación a pesar de que es un fenómeno mundial. “Si no hubiésemos tomado la decisión de subsidiar el precio de las gasolinas y el diésel, pero eso solo nosotros porque para un tecnócrata tomar una decisión de eso es un sacrilegio, ellos tienen otros medios Si es un subsidio, pero si no hubiésemos tomado esa decisión tendríamos la inflación en 14 por ciento.
Reconoció que sin el subsidio a la gasolina le hubiese pegado muchísimo al ingreso popular porque “si sube gasolina se va todo para arriba En la parte energética tenemos control, pero necesitamos tener más control en alimentos, así como buscamos autosuficiencia energética, necesitamos la alimentaria y producir cada vez más básicos”.
Comparó la inflación a nivel mundial para demostrar la importancia de haber controlado el precio de los energéticos y condenó el error de haber dejado crecer la situación en Europa y permitir la guerra en Ucrancia porque eso detonó la inflación mundial.