El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dará inicio al Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) en la zona arqueológica de Ek’ Balam, ubicada en el nororiente de Yucatán.
La dependencia informó este miércoles en un comunicado que los trabajos se desarrollarán en la Acrópolis de ese sitio patrimonial perteneciente a la cultura maya, abarcando acciones de conservación, restauración y consolidación de monumentos, con una inversión de 25 millones de pesos y el empleo temporal de 80 personas.
Durante 12 meses, apuntó, los investigadores y restauradores intervendrán los monumentos arqueológicos y buscarán solucionar problemas de conservación de dicho lugar, el cual fue abierto al público hace 21 años, tras un extenso proyecto de restauración.
El proyecto de restauración y conservación contempla la estabilización de la fachada con la representación del monstruo de la tierra y de elementos de gran importancia para dicho sitio patrimonial, lo que implicará trabajos interdisciplinarios, basados en criterios de mínima intervención, retratabilidad, reversibilidad, compatibilidad de materiales y estabilidad en los bienes, así como la diferenciación de las intervenciones respecto de los elementos originales, detalló el instituto.
Además, agregó, el análisis de la fábrica de los elementos decorativos, de los relieves y los materiales pétreos de la Acrópolis, emprendido hace 20 años, permitirá en esta ocasión identificar y plantear el control de los deterioros ocasionados por fenómenos climáticos, como los ocurridos en 2020, que provocaron importantes concentraciones de humedad al interior de los mismos y cuyo proceso de secado dilatará muchos años.
“Las primeras acciones consistirán en eliminar y retirar con vapor de agua a presión la microflora de las fachadas con mayores escurrimientos pluviales, pues las cubiertas se dañaron con los fuertes vientos y la lluvia continua”, explicó la arqueóloga Leticia Vargas de la Peña, quien estará al frente de las tareas de investigación al lado de su homólogo Víctor Castillo Borges.
La especialista aclaró que el desarrollo de algas y hongos, más allá de producir manchas, origina daños químicos significativos en las superficies de los elementos decorativos.
Los bienes arquitectónicos de Ek’ Balam derivan de la extracción y el procesamiento de piedra caliza de excelente calidad. En ese sentido, los relieves estucados del Sak Xok Naah se crearon con cal proveniente de piedra caliza quemada y arenas del mismo origen. Por ello, la materia prima usada en las restauraciones es cal química de gran pureza, producida en Yucatán, lo que evita el comportamiento diferencial en procesos de contracción y expansión durante el secado y evaporación de agua contenida en los materiales constructivos, acotó el INAH.
Ek’ Balam, “Lucero-Jaguar”, tuvo su apogeo en el periodo Clásico Tardío (600-900 d.C.), y posiblemente fue sede del reino de Talol. El gobernante Ukit Kan Le’k Tok’ (770-801 d.C.) mandó a edificar la mayor parte de la Acrópolis, siendo el Sak Xok Nahh su sepulcro, donde fue acompañado con una rica ofrenda de más de 7 mil piezas.
Mediante el Promeza, el gobierno federal destinó un presupuesto de 4 mil 906 millones de pesos para el mejoramiento, conservación y rehabilitación de 21 de las 45 zonas arqueológicas que estarán vinculadas el Tren Maya y que con el paso de esa ruta podrán recibir un mayor número de visitantes.