Ante la violencia que se vive, se requieren procesos de justicia restaurativa a través de herramientas colectivas para garantizar la defensa, garantía, promoción y protección de los derechos humanos de todas las personas, afirmó la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, Nashieli Ramírez Hernández.
Consideró que, “es relevante hablar de las nuevas estrategias para recuperar el tejido social en el país, para transitar a entornos de paz; y sin alianzas interinstitucionales y diversidad de miradas será muy difícil alcanzar un resultado distinto al contexto de violencia actual”.
La disposición de la mediación, la construcción y las alianzas son importantes para resolver de la mejor manera los conflictos, pero no es suficiente generar herramientas individuales, sino debe apostarse a herramientas colectivas para elaborar procesos de paz, argumentó.
Se trata de incidir en políticas públicas macro, pero apostando a la transformación desde lo local en las acciones micro, dijo, al comentar el libro “Miradas de paz. En el ojo de la sociedad”, coordinado por Adela Salinas y editado por la Universidad Iberoamericana.
El Vicerrector Académico de la IBERO, Alejandro Anaya Muñoz, indicó que es fundamental poner sobre la mesa narrativas distintas sobre la violencia ante el relato dominante de la militarización de la política de seguridad.
“Ha dominado no sólo esta visión en la clase política, sino en la sociedad porque permea en la vida cotidiana: la coerción, el plomo y las rejas no son solución que traerá la paz al país”, afirmó.
Este libro, comentó, presenta un mosaico de miradas sobre las violencias y las soluciones de paz, la reconstrucción del tejido social y respeto a los derechos humanos, así como una visión integral de la seguridad.
Por su parte, Adela Salinas sostuvo que hablar de la enseñanza de constructores de paz se convierte en un frente muy importante ante la polarización social, ya que se puede ayudar a un cambio de la conciencia colectiva a través de un proceso permanente.