Satisfecho de que los diputados aprobaron su iniciativa para trasladar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador aludió a eventuales complicaciones en el Senado: “Cada quien es responsable de sus actos; no es de andar negociando, la política no es un toma y daca, tiene que ver con principios. Esto no tiene que ver con intereses partidistas, facciones, sectas, cacicazgos, sino con lo que conviene a los mexicanos”.
Ante las advertencias sobre el riesgo de militarización, el Presidente defendió el carácter popular del Ejército y afirmó que, en su caso, los excesos cometidos derivaron de órdenes civiles: “¿Quién dio la orden para declarar la guerra al narcotráfico? Calderón. Y estaba prohibido por la Constitución”. En la actualidad, dijo, se realizaron reformas para evitar esa ilegalidad.
En defensa de las fuerzas armadas añadió: “Depende del presidente si ordena la guerra, pues sí se cometen graves violaciones a derechos humanos, como sucedió en el gobierno de Calderón y también del presidente Peña, esto de Ayotzinapa”. Consideró que en México el Ejército no pertenece a la oligarquía; no se corrompió en el periodo neoliberal ni se asemeja a los militares golpistas del Cono Sur.
Interrogado sobre el asesinato de una niña en Tamaulipas presuntamente responsabilidad del Ejército, aseveró que fue un caso lamentable que ocurrió durante un enfrentamiento con delincuentes. “Se asesinó a una niña en la balacera”. Agregó que el caso está bajo investigación, a instancias del titular de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, y en su caso se castigará a los culpables, no habrá encubrimiento.
Sin embargo, descalificó a sus críticos porque “se nos presenta esta situación dolorosa y se alborotan los zopilotes, la chombada. Esto no tiene que ver con la actuación responsable que ha caracterizado a la Secretaría de la Defensa”.
Panistas, “muy limitados”
Reprobó la politización del debate sobre seguridad y destacó que en Guanajuato, a pesar de la violencia, los panistas votan contra el mando militar de la Guardia Nacional, cuando en la entidad hay más elementos de esta corporación que de las policías estatales y municipales.
“Son muy limitados, dominados por intereses facciosos”, señaló. En cualquier caso, el mandatario dijo que respetará la decisión, pero anticipó que no se quedará callado. “No es amenaza, ni advertencia, no. Es que se trata de intereses superiores. Y aquí sí que, en lo personal, por legítimo que sea, pasa a segundo plano, aquí está por encima el interés general del pueblo (…) Imagínense que a los 10 o 15 años ya estén los García Luna”.
Reiteró que su gobierno no busca militarizar el país, pero subrayó, al citar su propio mensaje por el reciente Informe de gobierno, que se requiere evitar que la Guardia Nacional se corrompa.
“No queremos un Estado autoritario, luchamos siempre contra eso”, dijo. Se pretende que la GN no se corrompa y se consolide. En España o en Italia, la Guardia Nacional o los carabinieri dependen del Ministerio de la Defensa y en México se está preparando “no para reprimir, sino avanzando en la inteligencia, para no usar la fuerza. Hay acciones que se realizan sin disparar un solo tiro”.
Al subrayar que ésa era su postura, aseveró que “si los senadores deciden que no van a votar, porque se militariza el país o por cualquier excusa, ya nosotros cumplimos y voy a estar constantemente planteándolo, porque éste es un asunto de interés general”.