Este año, en el país el flujo de remesas ascenderá a 58 mil 500 millones de dólares, un incremento de 13.4 por ciento con respecto al cierre del año pasado y se marcará un nuevo máximo histórico, dio a conocer Carlos Serrano Herrera, economista en jefe de BBVA México.
Al presentar el anuario de migración y remesas, el economista señaló que ese flujo es ya la principal fuente de ingresos que provienen del extranjero, hecho que podría ser un reto en el futuro para las entidades que cada vez son más dependientes a estos recursos enviados por los connacionales que viven en el extranjero, pues las economías locales podrían desacelerarse.
“Ya las remesas son de lejos la principal fuente de ingresos de divisas de este país, por encima de las petroleras o por el turismo, ya tienen una importancia macroeconómica, el aumento no es sólo por un factor nacional sino por un factor global”, apuntó Serrano.
Según datos del Banco de México (BdeM), al cierre de 2021, el flujo de remesas que llegaron al país ascendió a 51 mil 593 millones de dólares, un crecimiento anual de 27 por ciento, para alcanzar un monto sin precedente.
Al cierre del año pasado, las remesas ya representaron 4 por ciento del producto interno bruto (PIB), pero en estados como Michoacán representan 16.6 por ciento del PIB; en Guerrero, 15.8; en Oaxaca, 14.4; en Zacatecas, 13.3; en Nayarit, 10.4, y en Guanajuato 10 por ciento.
Aunque se llegó a esperar que el flujo de las remesas que llegan al país superarían los 60 mil millones de dólares este año, ahora la expectativa es menor debido a la desaceleración que atraviesa la economía mundial y particularmente la estadunidense.
“Las remesas ayudan a las familias y más después de la pandemia, pero conllevan más dependencias, como en los estados, benefician pero si llegan a caer podría aumentar la vulnerabilidad de las familias receptoras, es afortunado que haya remesas pero habría que trabajar en mejorar las condiciones laborales a los mexicanos”, precisó Serrano.
Puntualizó que México “es ya el segundo receptor más grande de remesas en el mundo” y logró superar a China, aunque se encuentra por debajo de la India y eso es reflejo que los migrantes mexicanos significaron un fuerte apoyo para la economía estadunidense durante su reactivación después de la pandemia.
Sin embargo, agregó Serrano, la desaceleración de la economía estadunidense llevaría a que el flujo de remesas a México en 2023 solamente creciera 7 por ciento y se sitúe en 62 mil 600 millones de pesos, pero el impacto no será tan grande debido a que este hecho será pasajero en el país vecino.