Moscú. El gigante ruso del gas, Gazprom, informó el lunes que recibió una advertencia formal de los reguladores rusos de que la estación de compresión de Portovaya, que se supone impulsa el gas hacia Alemania a través del ducto Nord Stream 1, ya no cumple con los requisitos de seguridad.
Su declaración indicó que Portovaya es ahora una “instalación de producción peligrosa” y ya no puede operar de manera legal.
El peligro es la turbina Trent 60
La turbina Trent 60 en la estación compresora de Portovaya del Nord Stream podría provocar un incendio o una explosión, si no se eliminan las fugas de aceite, aseguró Gazprom. “La operación adicional de esta máquina de bombeo de gas, sin eliminar los defectos detectados, crea el riesgo de un incendio o de una explosión, es decir, afecta la seguridad industrial de toda la estación”, expuso Gazprom en su canal de Telegram.
Gazprom afirmó el viernes que había detectado una fuga de aceite de motor en la única turbina que seguía funcionando en Portovaya.
El lunes citó a Siemens Energy, que ha realizado el mantenimiento de las turbinas de Nord Stream 1, diciendo que “las causas de la fuga de aceite sólo pueden ser eliminadas por una empresa de reparación especializada”.
Por su parte, Ucrania afirmó que puede sustituir toda la capacidad del gasoducto Nord Stream 1 a través de Sudzha, su único punto de tránsito en funcionamiento con Rusia.
“No utilizan Sudzha a su máxima capacidad. La reserva (de volúmenes de tránsito diarios) es de 77 millones (de metros cúbicos), pero sólo están bombeando 41 (millones)”, comentó a Reuters el director ejecutivo del operador de transmisión, Sergiy Makogon.
Reducción a 20% de la capacidad nominal
A mediados de junio pasado, Gazprom redujo el flujo por la tubería Nord Stream 1 a 40 por ciento de la capacidad nominal, también por motivos técnicos, y luego rebajó el volumen hasta 20 por ciento a finales de julio.
El pasado 31 de agosto, el trasiego del gas se suspendió del todo, debido al mantenimiento del único compresor operativo en Portovaya. Iba a reanudarse el 2 de septiembre, pero quedó en suspenso hasta nuevo aviso.
El segundo gasoducto submarino que conecta a Rusia con Alemania, Nord Stream 2, quedó paralizado en la fase de certificación debido a las medidas restrictivas que Occidente impuso a Moscú.