Kiev. Yelena Zelenskaya, esposa del presidente ucranio, Volodymir Zelensky, exigió en una entrevista para la BBC que los británicos sigan proporcionando apoyo a Kiev, pese a la subida de precios, la inseguridad energética y el creciente costo de vida.
La demanda causó indignación en redes sociales, ya que Zelenskaya afirmó: “cuando empiezan a contar los céntimos en su cuenta bancaria o en su bolsillo, nosotros hacemos lo mismo y contamos nuestras víctimas.
“Oímos que la energía y el costo de la vida se encarecen, pero la gente debería entender que no viene del apoyo de Occidente a Ucrania, sino de las acciones de Rusia. Entiendo que la situación es muy dura. Pero permítanme recordar que en la pandemia del covid-19, cuando hubo subidas de precios, Ucrania también se vio afectada”, recalcó.
En Twitter, algunos sugirieron que muchos británicos corren el riesgo de no sobrevivir este invierno por la falta de calefacción o de alimentos; otros pidieron que Gran Bretaña lidere las negociaciones de paz entre ambos países.
En tanto, Zelensky envió a su primer ministro, Denis Shmihal, la propuesta de un ciudadano para legalizar la industria pornográfica en el país, informó el portal RT.
La iniciativa fue registrada en línea el pasado 4 de julio por Tarás Siromsky. Desde entonces, superó el umbral de las 25 mil firmas a favor, requeridas por la legislación actual, por lo que la oficina presidencial tuvo que dar una respuesta.
Apoyo bélico desde Alemania
El canciller federal alemán, Olaf Scholz, recibió en Berlín al premier ucranio Shmihal, quien presentó propuestas concretas para facilitar la entrega de carros de combate Leopard 2.
“Hemos hablado de ello, incluso hemos propuesto la fórmula para que Alemania pueda suministrar estos carros de combate a Ucrania”, explicó Shmihal, quien reconoció los esfuerzos de Berlín en proporcionar armamento a Kiev, pero pidió más.
Por su parte, el gobierno ucranio comentó que planea apoyar a Berlín en su intento de acabar con su dependencia de las importaciones energéticas rusas suministrando a la mayor economía europea su propio excedente de electricidad.