Ciudad de México. Ante el inicio del segundo año de trabajo de la 65 Legislatura del Congreso de la Unión, el pasado 1 de septiembre, la Iglesia Católica señaló que como cristianos tienen el deber de estar atentos a las iniciativas que surjan y exigir a diputados y senadores que su trabajo legislativo priorice la atención a los problemas fundamentales del país.
“El llamado de la Iglesia ha sido, es y seguirá siendo al diálogo. Que quede claro que no buscamos ninguna confrontación, pero sí asumimos el compromiso de promover el bien común, la defensa de la dignidad humana, la defensa de la vida en todas sus etapas y circunstancias, el reconocimiento de los derechos humanos, el respeto a la legalidad y a la democracia en los procesos institucionales, y la promoción de los deberes ciudadanos. Eso es lo que hoy le pedimos a nuestro Congreso”.
A través de semanario Desde la Fe, también pidió a diputados y senadores que al legislar sean sensibles a las realidades que se viven, atender las necesidades de los grupos más vulnerables y fomentar la reconciliación “para superar el grave problema de división política que hoy vivimos. Una sociedad dividida nunca podrá superar sus problemas”.
La Iglesia Católica reiteró que como cristianos, su deber es estar bien informados y atentos a las decisiones legislativas. “Solo así podemos hacer un buen análisis, orientar, y saber destacar lo bueno y señalar lo que no está bien. La Iglesia no es promotora de la división y el odio. Su misión profética es la de tender puentes y anteponer la verdad y la justicia antes que a cualquier partido político”.