La escena del Heavy Metal en México es como una gran veta de duras, pesadas, resistentes y poderosas rocas, que, al contacto con la distorsión sonora, destellan su filo y van tomando forma, misma que, con su oficio, el arquitecto Vicente Terán Flores, va incorporando y uniendo con un cementante a base de recuerdos y memoria, con la que va construyendo un relato contado por sus propios protagonistas.
Cimientos del Metal Mexicano 1968-1995 (2022), es un texto editado de manera independiente por Vicente Terán, arquitecto de profesión, pero fanático y promotor del metal nacional desde hace ya varias décadas, quien busca mostrar una versión del devenir de la escena metalera mexicana, pero narrada por músicos, promotores y seguidores de esta poderosa música.
Editor de fanzines como Vida y muerte o Umbral, Terán Flores, tras diversas charlas con quienes fueron y han sido parte del metal nacional, coincidieron en rescatar la historia de un movimiento que, muchas veces, a lo largo de los años, se ha visto fragmentado por los egos y envidias de diversos actores de este movimiento cultural.
Fanzines, revistas y entrevistas
Por tal razón, documentándose en fanzines –que rifaban a mediados de los ochenta–, algunas revistas como Conecte, Rock Pop o Banda Rockera, entre otras, así como apoyado en entrevistas a músicos, promotores, fanáticos, aunados a sus propias vivencias, su libro es una suerte de charla entre los protagonistas de esas épocas, quienes develan sucesos, actitudes y momentos que cambiarán la percepción sobre la historia del metal nacional y de algunos de sus personajes.
Pese a que se trata de una historia muy interesante, relatar su desarrollo no es cosa sencilla, debido a la falta de fuentes confiables al respecto, por lo que este volumen no basa su contenido en las tradicionales entrevistas a una banda, con las típicas preguntas y enfoques.
Si bien es un libro sobre la historia de este subgénero del rock en el país, también es una compilación de vivencias y experiencias de quienes platican anécdotas y muestran su lado humano.
Hay sorpresas inesperadas que cambiarán la visión sobre algunos músicos claves del movimiento metalero. Sin que sea su intención, Vicente Terán, con su propuesta, posiblemente genere cierta polémica, ya que los testimonios que consigna rompen algunos paradigmas establecidos en torno al surgimiento del metal nacional, sus exponentes, estilos y demás temas relacionados con esta música.
Sin ser una investigación periodística rigurosa, Cimientos del metal mexicano es el texto de un cronista, de un observador, que expone, a partir de los dichos de los entrevistados, el lado luminoso, naciente y vital del naciente, en esos momentos, metal nacional, pero también muestra la oscuridad, las debilidades y vicios de sus protagonistas.
Como lo apunta Sergio Bustamante, de los legendarios Ramsés, en el prólogo, el lenguaje de Vicente no es rebuscado, técnico o indescifrable, no hay frases huecas, no sobran palabras, es una historia de vida, incluyente, que no pretende quedar bien con nadie, gracias al tipo de procesos de investigación realizado, donde la verdad y la imparcialidad se hacen presentes, “la comparación y la confrontación de los datos y versiones dan certeza y veracidad a cada línea de este trabajo”, sentencia.
Esta primera parte (habrá un segundo volumen) cuenta con los capítulos Los inicios (El rock pesado), Metal en el área metropolitana, Guanajuato (Piel y metal), Jalisco (El metal tapatío), Morelos, El sureste metálico, El escuadrón metálico y Las mujeres en el metal. Destacan diversas fotografías de bandas clásicas y destacados músicos, que son referentes de la escena nacional.
El libro se puede adquirir en los puestos 119 y de la Banda Rockera en el Tianguis del Chopo o contactando al autor por medio de su perfil en Facebook. Comentarios en @ADazVega o Facebook: AbrahamDV