Washington. Junto a documentos gubernamentales ultrasecretos, los agentes del Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) que registraron la mansión del ex presidente Donald Trump en Florida encontraron decenas de carpetas marcadas como clasificadas, pero vacías y sin explicaciones de qué podrían haber contenido, según un inventario que fue dado a conocer ayer.
Los oficiales también hallaron más de 10 mil documentos del gobierno no marcados como secretos. El reporte compilado por el Departamento de Justicia revela en términos generales el contenido de 33 cajas recuperadas de la oficina de Trump y de un cuarto de almacenamiento en Mar-a-Lago durante el allanamiento el 8 de agosto. Aunque no describe el contenido de los documentos, el reporte revela el grado al que la información confidencial –incluido material ultrasecreto– estaba en la residencia mezclada con periódicos, revistas, ropa y otros objetos personales.
Además, las carpetas vacías suscitan dudas de si el gobierno ha recuperado todos los documentos confidenciales que Trump conservó tras dejar la Casa Blanca.
Con el referido informe se expone por primera vez la cantidad de archivos no secretos que el magnate republicano conservaba en el domicilio particular, a pesar de que los registros debían haber sido entregados a la agencia Archivos Nacionales y Administración de Documentos.
Durante meses, dicha entidad gubernamental trató infructuosamente de que Trump los devolviera, y se pusieron en contacto con la FBI tras localizar información secreta en un lote de 15 cajas.
Taylor Budowich, vocero del ex gobernante, manifestó que el allanamiento de la FBI fue un “robo relámpago”, pues existía sólo un permiso judicial para buscar en “lugares específicos de lamansión”. El Departamento de Justicia difundió el inventario en un momento en que realiza su investigación penal, las agencias de inteligencia evalúan los posibles daños causados por el mal manejo de la información confidencial y un juez sopesa si designa a un perito especial –en esencia, un experto independiente– para revisar la documentación y analizar el riesgo potencial de no haber estado resguardados en los Archivos Nacionales.