Bogotá. El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, pidió ayer que se proteja la vida del presidente de Colombia, Gustavo Petro, luego del intento de magnicidio contra la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández.
“En Argentina trataron de matar a Cristina Fernández. Tenemos que cuidar a Gustavo Petro. Los grupos de reacción ‘solidaria’ están latentes esperando la oportunidad”, tuiteo.
La semana pasada, en el marco de la visita del gobernante colombiano a Ituangó, Antioquía, las autoridades informaron el hallazgo de un explosivo a un kilómetro de distancia de la ruta de la gira. El artefacto fue detonado de manera controlada por la policía. Días antes, el jefe de Estado estuvo expuesto a otro episodio de violencia en el departamento del Norte de Santander, fronterizo con Venezuela, donde fue atacada a balazos a la comitiva presidencial de avanzada, sin que nadie resultara herido.
Tan sólo ayer, Petro confirmó que ocho policías murieron en un ataque con explosivos en la zona rural de Huila, al oeste de Colombia. El nuevo gobierno progresista tiene como bandera la búsqueda de la “paz total”, para lo que pretende iniciar negociaciones y programas de sometimiento a la justicia de los grupos armados ilegales que aún delinquen en el país.
En Brasil, el intento de asesinato de la vicegobernante argentina obligó a los principales candidatos presidenciales a revaluar su seguridad de cara a la elección del 2 de octubre, informaron fuentes cercanas a cada abanderado.
De la agresión verbal a la física
“Esta violencia y odio político que han incitado algunas personas es una amenaza para la democracia en nuestra región”, dijo Luiz Inácio Lula da Silva, en lo que supuso una indirecta velada a su rival, el presidente Jair Bolsonaro.
El jefe del Ejecutivo de Brasil, un ex capitán del ejército de extrema derecha, ha instado a sus seguidores a armarse antes de las elecciones o a arriesgarse a ser “esclavizados”. Los críticos dicen que sus ataques contra su principal rival en esta contienda, el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, han contribuido a crear un ambiente tenso.
El líder del gobierno del gigante sudamericano, que suele hacer giras con un chaleco antibalas, estuvo a punto de morir en 2018 cuando fue acuchillado durante la campaña.
El intento de asesinato en Buenos Aires ha hecho que el equipo de campaña de Bolsonaro considere aumentar las medidas de seguridad cuando esté en la carretera, dijo una fuente a Reuters.
El equipo de Lula también se mostró preocupado por la situación en Argentina. “Tendremos que mirar de cerca este aumento de la violencia política en el país, que es alentado por el actual presidente”, dijo Paulo Teixeira, uno de sus jefes de campaña.