La cruz de ser el director técnico del Tricolor puede ser tan pesada como lo marquen los resultados. Emilio Maurer, ex directivo de la Federación Mexicana de Futbol, indicó que si Gerardo Martino se considera el enemigo público número uno de México “es porque se lo ha ganado a pulso” por el mal desempeño del equipo y la falta de un seguimiento adecuado hacia los jugadores.
“Ser el entrenador de la selección mexicana es una gran responsabilidad y también algo fabuloso. Siento que Martino sólo está abriendo su paraguas (ante las críticas), pasa más tiempo en Argentina que dando seguimiento a la Liga Mx”, asestó el ex directivo.
Al llegar al banquillo de la selección tricolor en 2018, Martino fue bien recibido por la afición tras su trayectoria al frente del Barcelona y Paraguay, a la cual llevó al Mundial de Sudáfrica. El inicio con México fue grato al hilvanar siete victorias en el primer año, pero poco a poco el camino se tornó espinoso.
La jerarquía de los mexicanos en la Concacaf recibió dos golpes al perder las finales de la Liga de Naciones y la Copa Oro ante Estados Unidos. En la eliminatoria mundialista a Qatar, el Tricolor también cayó ante los estadunidenses y no pudo ganarle a Canadá.
Los problemas de salud por un desprendimiento de retina provocaron que Martino se ausentara un par de encuentros tras el octagonal de Concacaf; además tomó vacaciones a finales de julio y sus auxiliares fueron los encargados de realizar las visorías al inicio del Torneo Clausura 2022.
Así, Martino pasó de las ovaciones a los abucheos de la afición. El grito de “Fuera Tata” ha sido una constante en encuentros recientes, aunado al descontento de los seguidores por las fotos del timonel en Argentina platicando con el técnico de la Albiceleste, Lionel Scaloni.
Los reclamos de los seguidores en la derrota del miércoles ante Paraguay, donde el Tricolor de nuevo sufrió con la falta de gol, provocaron que Martino estallara al señalar que “me siento como el enemigo público número uno”.
Ante las declaraciones del timonel, Maurer indicó que para ser el entrenador de México se debe trabajar mucho, sobre todo si se trata de un extranjero.
“Es necesario conocer la idiosincrasia del futbolista, directivo y aficionado mexicanos. En Estados Unidos les da igual si ganan o pierden en el balompié, pero en México no, es como en Argentina y eso debería saberlo Martino”. Lamentó que el estratega no haya dado un seguimiento adecuado a los jugadores al considerar que incluso “se ha casado con un grupito” de futbolistas, quienes ahora “sólo viven de las glorias del pasado” en lugar de dar oportunidad a elementos con mejor condición y rendimiento actual.
“Raúl Jiménez fue un gran delantero, pero después de la lesión que sufrió aún no está al 100 por ciento. Héctor Herrera firmó un gran contrato en la MLS aunque ni siquiera ha jugado y Andrés Guardado, quien es una gran persona, ya no es el joven al que debutó La Volpe”, señaló.
“No sé si tiene compromisos con directivos y lo obligan a no llamar o no a ciertos jugadores, pero necesitamos elementos con buen ritmo. Parece que está cavando su tumba. Ojalá que, como en ocasiones anteriores, jueguen un mundial diferente al desempeño mostrado”.