Como respuesta al cuarto Informe de gobierno presentado ayer por el presidente López Obrador al Congreso de la Unión, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) llamó a que, tras cuatro años del sexenio, se haga “una evaluación justa”, una en la que se evalúe lo que se ha hecho bien, y “lo que se haya hecho mal, hay que corregirlo”.
Al presentar la posición del tricolor, la diputada Blanca María Alcalá sostuvo que en el análisis de las acciones de la administración federal, la oposición considera que es momento de presentar un cambio de timón. En el inicio del periodo legislativo, pidió que se escuchen las voces de todas las fuerzas políticas.
“Lamentablemente la oposición, y la mayoría y el gobierno y la oposición no hemos caminado juntos, la pluralidad política no ha sido suficiente para que se escuchen las inquietudes de los partidos de oposición, los cuales coincidimos en más de un tema, y más por experiencia de gobierno que por afinidad política”, expuso la priísta.
Tras la atorada votación en el Senado para elegir la mesa directiva, apuntó que el Poder Legislativo mostró el miércoles dos versiones de lo que puede ser el futuro: “ser fuente de consensos para lograr acuerdos o el reflejo de intereses personales y de grupos que problematicen los acuerdos”.
Ponderó que en diversas ocasiones los legisladores han alcanzado acuerdos y posibilitado la aprobación de diversas reformas, “pero también han sido numerosas las ocasiones de confrontación y polarización extrema, que han impedido un diálogo sereno, razonado y constructivo”.
En tanto, como balance al cuarto año de gobierno, afirmó que “México no puede ser un lugar oscuro donde la violencia sea la constante, donde la frágil condición de gobernabilidad en muchas regiones de la nación se multiplique, donde la permanencia sólo de políticas asistenciales que son tan pequeñas, que no les permita una mejor vida”.
Asimismo, instó a conformar un país donde no haya un ataque sistemático a las instituciones, ya que a veces pareciera que “se olvida que gracias a las instituciones democráticas esta nación ha dado paso, en condiciones de paz, a la alternancia en el poder”.
Alcalá recalcó que “en 2018 México tenía problemas, cierto, pero al asumir el gobierno actual, se conocía el detalle de éstos. Preocupa que se siga pensando que estos conflictos son nuevos o, por el contrario, que con soluciones simplistas se pueden atender”.
En estos años, agregó, “se ha agravado la pobreza, se ha incrementado el deterioro de la salud, la educación se ha estancado en un callejón sin salida, la violencia hacia las mujeres se ha permitido y la economía se ha estancado, todo ante la negativa de reconocer que necesitamos un cambio de rumbo”.