Con un filme político y a la vez espectacular, el francés Romain Gavras aspira este viernes al León de Oro de Venecia con "Athena", sobre la revuelta de los jóvenes de las periferias de París narrado como una tragedia griega.
Con el tono y la fuerza del padre -- el legendario cineasta político griego Costa-Gavras --, Romain Gavras, de 41 años, describe con un ritmo intenso la espiral de violencia imparable que se desata en esos barrios marcados por la marginalidad, la emigración, el racismo y el conflicto social.
El destino de tres hermanos se cruza tras la muerte del hermano menor, aparentemente víctima de abusos de la policía, en una suerte de tragedia moderna, dominada por los sentimientos de odio, horror y también compasión.
En una ciudad al borde de estallar, con cientos de jóvenes negros y magrebíes de las 'banlieues' en pie de guerra, Abdel (Dali Benssalah), miembro del ejército, intenta calmar a la gente y apelar a la justicia, mientras que el mayor Moktar (Ouassini Embarek), traficante de drogas, busca salvar su negocio y el más joven, Karim (Sami Slimane) lidera la revuelta como un moderno Espartaco de cabellos largos.
"La idea no es mostrar a los malos y a los buenos. Al contrario, es mostrar que el asunto es más complejo de lo que parece", explicó el director a la AFP.
La película, rodada en los suburbios de París, no quiere tomar partido y ha sido filmada como si se tratara de una guerra.
Algunas secuencias son notables, como la defensa del barrio-castillo, el ataque de la policía, el desalojo de los habitantes y el enfrentamiento entre hermanos.
Además de la violencia cruda, Gavras aborda un argumento explosivo, que genera polémica, al denunciar no sólo los abusos de la policía pero también la infiltración de la ultraderecha y pide que de alguna manera se encuentre una salida de fondo.
"Athena" resulta el emblema de una Francia dividida, racista, al borde de la guerra civil, incapaz de convivir con sus contradicciones.
"La ambición de la película es mostrar que hay fuerzas en la sombra que quieren la guerra. Hoy la extrema derecha es la fuerza que más instiga", aseguró el director en rueda de prensa.
"Son imágenes, no tengo una solución, no soy un político", explica Gavras, quien compite con su tercer largometraje.
Conocido por sus videoclips, el realizador forma parte de un colectivo informal de cineastas que trabaja desde 1990 en esos barrios populares.