Con el voto de la mayoría del grupo de Morena y sus aliados, Alejandro Armenta Mier, fue electo anoche presidente de la mesa directiva del Senado para el primer período del segundo año de la actual legislatura, durante una sesión accidentada, que comenzó con seis horas de retraso y se prolongó hasta cerca de la medianoche, después de tres rondas de votación, por el rechazo de toda la oposición a su candidatura, pero principalmente porque algunos de sus propios compañeros de bancada no lo respaldaron y anularon sus votos.
De hecho Morena, podía holgadamente sacar la elección de Armenta, ya que junto con sus aliados del PT y Verde sumaban 69 legisladores presentes en el salón de plenos, pero en la primera ronda de votación, Armenta sólo obtuvo 52 votos y 60 en la segunda.
En ésta quedó a un sólo voto de la mayoría y fue el de la senadora Claudia Balderas Espinosa, quién salió de las instalaciones senatoriales en evidente estado de ebriedad, junto con Amor Torres Carmona, una asesora también alcoholizada, con quien forcejeó fuera del salón de plenos.
Balderas se escabulló, pero Torres Carmona, quién dijo ser asesora de un senador, protagonizó un escándalo, cuando ue personal de seguridad le impidió regresar regresar al patio del federalismo.
De hecho a Morena le faltaron desde el principio cinco senadores: César Cravioto y Mónica Fernández -que si participaron por la mañana en la reunión plenaria de los legisladores guindas, en que Armenta ganó con apretada votación la candidatura a Higinio Martínez - además de Guadalupe Covarrubias y Eva Eugenia Galaz, quienes no asistieron a la sesión.
Para la tercera ronda de votación, ya a las 22:30 horas regresó la senadora Mónica Fernández, quien atendía una urgencia familiar y el coordinador Ricardo Monreal cabildeo con MC los votos que le faltaban para que el Morenista pudiera presidir el Senado, según lo precisó al final Dante Delgado, quien pidió que a cambio de ello hubiera apertura y respeto a la Constitución.
Fue así como finalmente, Armenta obtuvo 65 votos, y con ellos la mayoría necesaria, aunque la votación fue diferenciada, ya que el también Morenista José Narro, que fue su contrincante, obtuvo 111 sufragios como secretario de la mesa directiva y Ana Lilia Rivera como secretaria, 114.
La oposición no invalidó sus votos, como en las dos primeras rondas, dio 52 votos a Monreal para que presidiera la mesa directiva y uno al panista Damián Zepeda.
Por su parte, el senador Higinio Martínez, demandó que terminen las diferencias de “algunos legisladores” con el presidente Andrés Manuel López Obrador y Armenta inicie el acercamiento con el ejecutivo federal. Precisó que aceptó su derrota en la contienda interna, pero lo que no va a aceptar es “ese vacío y distanciamiento” de los senadores de Morena con el ejecutivo.
Minutos antes de la media noche, el senador Armenta rindió protesta como nuevo presidente del Senado, en el que expresó su reconocimiento a los coordinadores de todas las fuerzas políticas, así como a su antecesora, Olga Sánchez. Sostuvo que aún hay deudas urgentes con la sociedad, que desde el poder legislativo se tienen que atender con eficacia.
Se comprometió, junto a los demás integrantes de la Mesa Directiva, con le valor “más importante de esta responsabilidad, la autonomía, imparcialidad, la proporcionalidad”
Se comprometió también a promover el debate respetuoso y decoroso y hacerse eco al reclamo social para conducirse con austeridad y hacer un uso eficiente de los recursos. Sostuvo que nunca ha sido designado, sino que siempre ha sido electo en procesos democráticos y ofreció una estrecha colaboración con la Cámara de Diputados, además de fortalecer la relación con el Ejecutivo Federal.