De cara a la fecha FIFA de este fin de semana, la selección femenil de España vive una ruptura al interior. Jugadoras pidieron la dimisión del estratega Jorge Vilda por desacuerdos con sus planteamientos tácticos, al tiempo que se han quejado de malos tratos.
Las líderes del selectivo se habrían reunido el lunes con el timonel para expresar su descontento al considerar que no ha podido potencializar las cualidades del plantel para conseguir los éxitos internacionales que se han logrado a nivel de clubes en España.
Vilda se aferra a su puesto y aseguró que su intención es mantenerse en el cargo al menos hasta 2024, cuando vence su contrato.
En un intento de conciliación, el entrenador habló de manera individual con cada una de las jugadoras para pedir explicaciones de su inconformidad, así como para aceptar propuestas sobre los aspectos que pretenden mejorar.
Pese a la molestia de las jugadoras, Vilda habría sido respaldado de manera extraoficial por la Real Federación Española de Futbol, señalaron medios locales.
La crisis en la selección española llega antes de los duelos contra Hungría y Ucrania, 2 y 6 de septiembre, respectivamente, que corresponden a la fase de clasificación para el Mundial 2023. Aunque desde hace unos meses ya se vislumbraba un distanciamiento entre el estratega y las futbolistas.
Después de haber dirigido representativos nacionales juveniles, Vilda asumió el banquillo de la selección española en 2015 como una solución ante la molestia de las jugadoras contra Ignacio Quereda, quien había sido entrenador de La Roja por casi 30 años.