Ciudad de México. Cada día, mil niñas y adolescentes en México se convierten en madres, lo que impacta su calidad de vida y sus oportunidades educativas y económicas. Se trata de un problema público “con graves consecuencias individuales, sociales e intergeneracionales”, advirtieron especialistas.
En la presentación del informe Embarazo Temprano en México. Panorama de Estrategias Públicas y Análisis de la Estrategia para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enapea), elaborado por El Colegio de México (Colmex), aseguraron que este fenómeno se relaciona con las desigualdades sociales y la violencia de género.
Gabriela Rodríguez, secretaria general del Consejo Nacional de Población (Conapo), subrayó que debieron pasar 50 años para que la tasa de fecundidad adolescente pasara de 134.6 a 67.7 nacimientos por cada mil adolescentes.
Acompañada por la presidenta del Colmex, Silvia Giorguli, expuso que entre los graves efectos del embarazo adolescente se incluye que en 2020 se notificaron 8 mil 876 nacimientos con madres menores de 14 años. De ellas, 60 por ciento estaban unidas con el padre, mientras sólo 13.4 por ciento lograron continuar sus estudios.
El informe sobre el embarazo temprano en México, en el que colaboraron los especialistas en temas de género y desigualdad, Laura Flamand, Juan Olmeda, Vanessa Arvizu, Melisa González y Geraldine del Cid, indica que los gobiernos y la sociedad deben garantizar el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de los adolescentes, tanto en grupos poblacionales como en el territorio.
Añadieron que se trata de un fenómeno que afecta más gravemente a mujeres adolescentes en contexto de pobreza y que residen en zonas rurales, y es 1.6 veces más frecuente en adolescentes indígenas que en quienes se definen como no indígenas.
A ello se suma que las madres adolescentes tienen tres veces menos oportunidades de acceder a un título universitario, así como a un empleo o mejorar sus condiciones de vida.
Los investigadores consideraron que para alcanzar sus metas, “es apremiante que la Enapea reafirme su enfoque de derechos, forme a personas que participen en su implementación y fortalezca sus acciones intersectoriales e intergubernamentales”.
Recordaron que el problema del embarazo temprano en México es diverso en su territorio, no sólo por entidad, sino por municipio. Las tasas de fecundidad adolescentes más altas en el país se reportan en Guerrero y Chiapas, pero también en regiones del norte (Chihuahua y Coahuila); del centro (Puebla y Tlaxcala) y del sur (Tabasco), lo que demanda mejores niveles de coordinación.