El presidente Andrés Manuel López Obrador entregó un reconocimiento de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) a Laura Bosques, hija del diplomático mexicano Gilberto Bosques, por su labor para traer a México a exiliados españoles de la guerra civil, judíos perseguidos en la Segunda Guerra Mundial y opositores al fascismo. En Palacio Nacional, destacó que recientemente el organismo internacional admitió conservar y considerar como fondo el archivo personal del ex embajador.
López Obrador sostuvo que Bosques era “el mejor diplomático de la historia del país, el más humano de todos los diplomáticos. Se ha conseguido que la Unesco conserve este archivo particular y todo lo relacionado con don Gilberto Bosques, que era de origen poblano, revolucionario, diplomático. Tuvo que ver mucho el salvar vidas de perseguidos, exiliados... Un hombre verdaderamente ejemplar”.
Mediante un video difundido en redes sociales, informó del encuentro al que asistió la familia del diplomático y durante el cual Laura Bosques recordó los esfuerzos de su padre para traer al país una importante cantidad de exiliados: “hubieran sido muchos más, pero no había barcos franceses ni ingleses. Se tuvo que acudir a barcos portugueses”.
Mencionó que guardará con cariño el reconocimiento y recordó: “mi padre siempre dijo que no había sido él en sí mismo, sino México”.
En su oportunidad, la esposa del presidente, Beatriz Gutiérrez Müller –quien realiza estudios de la postura diplomática del país sobre el exilio–, recordó que “el esfuerzo de México fue encomiable en aquel tiempo por exiliados españoles perseguido por Franco, también judíos, las personas que se oponían al fascismo italiano. Yo creo que la labor de don Gilberto es un ejemplo a todas las generaciones que hoy tenemos la fortuna de leer y de enterarnos de estas gestiones”.