“Todos me han pedido favores y a todos les he contestado de la misma manera”, señaló el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, al justificar la familiaridad de las conversaciones con el líder del PRI, Alejandro Moreno.
Durante una conferencia dictada en una facultad de la Universidad Nacional Autónoma de México, aseveró que no hay trueques con los dirigentes partidistas aunque sí familiaridad. “Pues sí, ni modo, se me da por decirle querido presidente, querida presidenta a todos (…) son reglas de cortesía”.
A siete meses de dejar el cargo, junto con tres consejeros, dijo que esta salida “puede cambiar la correlación de fuerzas en el consejo general”, lo que en su opinión pondría en riesgo las acciones en favor de grupos específicos.
En tanto, con la reforma electoral se le quitaría al INE el control del padrón electoral y se eliminaría la profesionalización de los comicios, expuso.
“Al INEC (Instituto Nacional de Elecciones y Consulta, en lugar del INE, según la iniciativa de reforma impulsada por el presidente López Obrador) se le daría solamente la facultad de hacer la lista nominal, imprimir la lista nominal, o sea, no hacer el padrón electoral.”
En el mismo acto, en el cual un estudiante le espetó que no era bienvenido a la UNAM un discriminador (en alusión al episodio en el cual Córdova se burló de un grupo de indígenas), el consejero reiteró que el país no requiere una enmienda de refundación o radical del sistema electoral.
Otro de los puntos de la iniciativa de reforma, desde abril depositada en el Congreso para su análisis, es cambiar el modelo de representación popular.
Al respecto, Córdova dijo que la propuesta no es quitar a los legisladores plurinominales, sino asignarlos de ese modo a todos, es decir, con base en listas, con lo cual los partidos políticos minoritarios no van a tener ninguna posibilidad de llegar a la cámara.
El consejero se pronunció a favor de bajar los montos del financiamiento público a los partidos, siempre y cuando haya consenso entre los involucrados, y si la intención es bajar los costos, se explore el voto electrónico. Sin embargo, al mismo tiempo aseveró que esta opción significaría una inversión inicial muy alta para la compra de máquinas.
Pese a la extensa conferencia, poco mencionó de los gastos ordinarios del INE, salvo que actúan “con dolo” quienes critican el alto presupuesto del organismo (para 2023 piden 14 mil millones de pesos para gasto general, más 4 mil millones para una eventual consulta).