Acapulco, Gro. Médicos del hospital general del Issste en Acapulco se declararon en asamblea permanente, luego de que autoridades centrales del instituto no han dado respuesta satisfactoria a su exigencia de renovar la infraestructura hospitalaria, en franca decadencia desde hace seis años.

Debido a ello, médicos advirtieron que se mantienen en el paro iniciado hace tres semanas, debido a que no sirven los aparatos de aire acondicionado, además de existir carencias en instalaciones en eléctricas, descompostura de elevadores, fallas de la red hidrosanitaria y falta de insumos médicos básicos, como analgésicos y antibióticos.

Advirtieron que las soluciones propuestas y adecuaciones realizadas no han resuelto la problemática.

El médico Agustín Salgado Aceves, jefe de cirugía general, advirtió que en el hospital del Issste de Acapulco, el personal ejerce una medicina de guerra, debido a la falta de material y equipamiento.

Recriminó que “tenemos más de cinco años trabajando en las condiciones más deplorables. Ha habido mucha simulación en cuanto a la reparación y mantenimiento del hospital”.

Salgado Aceves señaló que “hemos aguantado a trabajar en las peores condiciones, hemos hecho medicina que no se debe hacer, una medicina de guerra, pues no hay medicamentos de primera línea, analgésicos, antibióticos, soluciones parenterales”.

Asimismo, médicos acusaron que no cuentan con tinta para impresoras, ni papel para imprimir recetas, elaborar reportes diarios, solicitudes de estudios de laboratorio o rayos X.

Los médicos insistieron que sólo atenderán urgencias reales.

El miércoles, una nueva comitiva de directivos del Issste a nivel nacional, visitó y recorrió las instalaciones del hospital de Acapulco, para constatar su estado.

Mientras tanto, pacientes que acuden al nosocomio se mantienen en la incertidumbre. Uno de ellos, de nombre José Antonio, de 60 años, explicó que este jueves sería intervenido de una infección en la próstata, pero su operación fue pospuesta, pues todas las camas están ocupadas.

Familiares de una mujer que recién dio a luz, subrayó que no se puede quejar de la atención, pero las instalaciones sanitarias son deplorables.

Dos grandes pancartas permanecen en el exterior del hospital, en la avenida Ruiz Cortines, mediante las cuales se explica y se enlista a los derechohabientes, las carencias de las instalaciones, como la falta de camas, la falta de aire acondicionado en el quirófano y área de hospitalización, así como diversos equipos para realizar estudios.