Los médicos especialistas contratados por IMSS-Bienestar cumplieron dos meses de trabajo. Hace unos días recibieron su primer pago de salario, aunque persiste la incertidumbre laboral porque sus contratos son por cuatro o seis meses; tienen el servicio médico del Issste, pero carecen de otras prestaciones, como vacaciones.
Además, si están en calendario de guardias y les toca laborar el día de su descanso “lo perdimos”, comentaron algunos de ellos.
Señalaron que al ingresar, varios de sus compañeros que tienen otro trabajo se enfrentaron a una disyuntiva, pues funcionarios del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) les plantearon que si en el empleo que ya tienen su plaza es de base, podrían elegir el horario que les quedara bien; de otra manera, tenían que elegir en cuál trabajo querían permanecer.
Otros galenos, también interesados en ocupar alguna de las plazas ofertadas por el gobierno federal para cubrir las vacantes, no fueron aceptados porque son recién egresados de la especialidad y aún no tienen título ni cédula profesional. El trámite para obtener estos documentos tarda alrededor de un año, indicaron.
Algunos presentaron su diploma como comprobante de que culminaron su formación como especialistas en hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social o de la Secretaría de Salud, pero no es un documento válido. “Eso contestaron los de IMSS-Bienestar”; sin embargo, es lamentable ante la falta de personal que hay en los hospitales, dijeron.
También resaltaron el trato diferenciado que recibieron, mientras a los médicos cubanos “les dieron todas las facilidades. Eso está bien, pero debería haber equidad, máxime que nosotros nos formamos aquí (en México) y eso es fácil de corroborar” con las instituciones.
Incluso algunos de estos médicos recién egresados fueron contratados en los hospitales donde realizaron la especialidad, pero “muchos otros no tienen trabajo”.
Del grupo de especialistas que sí fueron contratados, al momento de firmar el contrato temporal les informaron que la posibilidad de tomar vacaciones “será valorada si son considerados para renovación”.
Mencionaron que a diferencia de los trabajadores de base, los recién llegados tampoco tienen autorización para asistir a congresos médicos ni tomar cursos de actualización, lo que también consideran un “contrasentido porque nos piden estar actualizados en nuestras áreas de especialidad”.
En el trabajo diario, los médicos entrevistados han constatado las carencias en personal médico y de enfermería. Relataron el caso de los quirófanos: se necesitan al menos dos enfermeros; uno entra a la sala de operaciones para ayudar al cirujano y el otro se encarga, desde afuera, de llevar el material, soluciones y lo que haga falta.
Debido a que no hay suficientes trabajadores, con frecuencia un médico apoya al cirujano para darle y recibir los instrumentos. Así se realizan las operaciones, en especial las urgentes, afirmaron.