A lo largo del año escolar que se inició este lunes se llevará a cabo el “pilotaje” del nuevo plan en unas 900 escuelas del país. Una parte esencial de esa prueba, dice Rosa María Torres, rectora de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), será el diálogo con los docentes, pues se trata de “pensar la escuela desde otro lado totalmente distinto”. Se trata, dice, “de verdaderamente discutir” con ellos.
En una entrevista con este diario, en la que también participa el subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro, la rectora de la UPN –una reforma para dar autonomía a esa institución aguarda turno en el Senado– sostiene que “la escuela dejó de tejer relaciones complejas con la comunidad”, lo que explica, entre otros muchos fenómenos, el saqueo que sufrieron los planteles escolares durante la pandemia, una muestra de que la escuela no se mira como algo propio en las comunidades.
Frente a ese tipo de fenómenos, “lo que hay que trabajar es un pensamiento más crítico, desde el punto de vista de la formación, un trabajo de interculturalidad más profundo, una igualdad de género, un trabajo en el sentido de que la lectura y la escritura son elementos básicos para el entendimiento de la cultura, un armado del arte y de la estética como elementos fundamentales, como parte de los derechos culturales, que la gente tenga contacto con la producción universal del arte, de la cultura, de la estética”.
Pregunta: ¿Qué le dicen a los maestros expresiones como “decolonial”, que ha causado polémica?
Rosa María Torres (RMT): Un elemento fundamental de la propuesta es la integración y ahí es donde aparece lo decolonial, porque no se quería dejar solamente en la integración de las personas con discapacidades, que es muy relevante.
“Pero también hay una idea de entender a la integración como algo más complejo, no limitado a las discapacidades, dado que las desigualdades, la discriminación, el racismo, existen.”
De ciencia y saberes propios
“Habrá que discutir con los maestros más a fondo, verdaderamente discutir, una formación que ponga en la mesa todos estos conceptos: cómo cada quien los vive y establece, y por qué los establece desde ahí. Habrá discusiones, sobre todo acerca de cómo se vive la interculturalidad en el caso de las urbes, porque todo mundo cree que la interculturalidad está referida a lo rural solamente.”
Muchas de las críticas contra el nuevo plan se hicieron, plantea la rectora, desde elementos que no están en el documento oficial. “Por ejemplo, todo este asunto de que desaparecen los grados”.
También se habló de que “de-saparecen las disciplinas”. Torres sostiene que no es así. “La ciencia tiene que aparecer, las artes también, todas las disciplinas tienen que aparecer rigurosamente, pero no desplazando a los saberes propios de los maestros, de los niños y los saberes comunitarios. Muchos de los maestros así lo venían haciendo en realidad, pero a contrasentido de lo que tenían que trabajar. Y hoy lo que hay es un reconocimiento muy fuerte de los maestros. En el documento hay una frase de (Paulo) Freire, que me parece que es muy importante: por qué no se establece esta intimidad entre el saber curricular fundamentado, que algunos llaman saberes socialmente significativos, y la experiencia social de los sujetos. Y ese es el punto”.
Si la experiencia social de los sujetos “es con la violencia, con el narcotráfico, hay que armarlo desde la escuela. Porque si no se arma desde la escuela es una situación que aparentemente está fuera. Hay que abordar esas situaciones para poder enfrentarlas en el ámbito de la ciudadanía. Si no, se pierden y la escuela aparece como un ámbito alejado totalmente de esos procesos y no es cierto. La escuela está ahí en razón de considerar todos esos saberes y todos esos conocimientos como parte de la vida cotidiana de los sujetos”.
P: Reformas educativas han ido y venido. ¿Cuál es la naturaleza de este cambio?
Luciano Concheiro (LC): Es una ruptura de corte epistémico y, sobre todo, una vuelta a la didáctica, a la pedagogía fundamental. No somos simples transmisores, sino que se trata de revalorar a los maestros y maestras en este sentido.
Los funcionarios hacen un extenso recuento de las fuentes que enriquecieron los nuevos planes. Variadas fórmulas de consulta que incluyeron a docentes, investigadores, instituciones. Concheiro hace una mención especial de la consulta a pueblos originarios y afromexicanos (15 mil 324 personas en las 32 entidades).
Se trató, asegura Concheiro, de discutir “a fondo la educación y el papel de la educación. Es increíble, todavía, el valor que se le da, después de la andanada durante casi una década en contra del magisterio y en contra de la propia educación en el país, cuando se estaba convirtiendo en una mercancía en todo el país”.
P: En referencia a la laboral, Graciela Bensunsán dice que fue una reforma que llegó desde arriba, no resultado de la movilización social. ¿Estamos en el escenario opuesto?
LC: ¡Totalmente! Y además viene de un cambio del artículo tercero constitucional, quizá con un alcance que sólo el magisterio tiene muy claro, porque no solamente era echar abajo la mal llamada reforma educativa, sino colocar la educación como un derecho humano.
La pandemia y los docentes
Durante la pandemia, afirma Torres, “una gran cantidad de profesores tuvieron entonces que actuar creativamente y hacer uso de su autonomía profesional para trabajar. Más allá de lo que se dictaba a nivel de la secretaría, lo importante era cómo ellos se enfrentaban al hecho de tener que seguir enseñando a niños que ya estaban en la escuela y también a los que ingresaron sin conocer sus escuelas. Se dieron prácticas sociales muy creativas, se hizo patente que los maestros tenían los elementos e hicieron cosas que fueron más allá, incluso, de lo que la propia formalidad les planteaba”.
P: La pandemia obligó a repensar toda la educación...
RMT: Exactamente. No podemos quedar igual que como estábamos antes de la pandemia.
Concheiro añade que no habrá vuelta atrás en el involucramiento de las familias, de modo que ahora, además de textos para los docentes y los estudiantes, habrá un libro concebido expresamente para las familias.
Menos papeleo para los profesores
P: Cuando se habla con docentes, una queja común es el excesivo papeleo. ¿Cómo se afronta con este cambio?
RMT: Hay un apartado dedicado a ese asunto: es necesaria una adecuación administrativa, normativa y de gestión para favorecer el trabajo docente. Los docentes realizan, desde su propia manera, toda una serie de actividades que propician este trabajo pedagógico, didáctico, lo han hecho desde siempre. Lamentablemente, el sistema nacional muchas veces no está pensado para favorecer el trabajo de los docentes. Esta adecuación administrativa, normativa y de gestión es muy importante. Si el sistema no se mueve igual que se están moviendo los maestros, igual que se están moviendo las propias familias, va a ser muy difícil.
P: Cuando fue secretario de Educación, Ernesto Zedillo decía que no sabía qué pasaba con sus órdenes una vez que atravesaban la puerta de su despacho...
RMT: Así está, sí. Pero el solo hecho de que aparezca la idea de la transformación administrativa y de gestión ya es todo un tema. Eso no se había tocado. Se decía: ‘se va a proceder así, se va a trabajar de esta otra manera’, pero no se tocaba el elemento de cuál es la viabilidad realmente normativa, gestiva, de una propuesta. Los consejos técnicos escolares, directores, inspectores, tendrán que entrar a una lógica diferente si queremos una escuela diferente, si queremos que realmente este cambio sea de fondo.
“Que no represente más reportes, más información, cargar a los maestros y maestras”, agrega Concheiro. “Con todo y que se ha avanzado en la simplificación, la percepción es que sigue sin hacerse efectiva esa simplificación. No es un simple planteamiento de ‘quitemos carga burocrática’, sino es una transformación del propio sentido que tiene la gestión, de un modelo donde hay que construir una comunidad, que va más allá de lo áulico, más allá de la escuela”.