Guadalajara, Jal., Investigadores universitarios señalaron que en Jalisco, que con 15 mil 34 personas desaparecidas hasta ayer (14 por ciento del total en México) ocupa el primer lugar nacional en este delito, no existe un mapa ni un diagnóstico integral focalizado. Además, ante la falta de una política pública coordinada y eficaz, el estado vive una “catástrofe humanitaria”. Este martes se conmemora el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada.
El Comité Universitario de Análisis en Materia de Desaparición Forzada del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara estimó en rueda de prensa que en el estado desaparecen cuatro personas cada día y que sólo una de ellas regresa a casa, pero la cifra puede ser mayor (de entre nueve y 10) si se considera el promedio de casos en los últimos años.
Denisse Ayala Hernández, integrante del comité, afirmó que seguramente existen más denuncias, pero hay desconfianza en las instituciones de búsqueda estatales, además de que hace medio año el gobierno estatal decidió reservar la nueva información, como “ha sido documentado desde marzo pasado”.
Agregó que este problema “es casi sinónimo de muerte”, pues numerosas familias que buscan a sus seres queridos han encontrado en el área metropolitana de Guadalajara (AMG) fincas donde estaban los restos de personas desaparecidas.
La investigadora recalcó que en promedio cada semana se localiza una fosa clandestina. Refirió que desde el inicio de la administración de Enrique Alfaro, del partido Movimiento Ciudadano, en diciembre de 2018, ha habido 3 mil 456 personas muertas sin identificar.
Destacó que es un promedio de 2.5 víctimas por día que se agregan a la lista, por lo cual las instalaciones de los servicios médicos forenses se encuentran saturadas. Recordó que de 2013 –cuando se tipificó como delito la desaparición forzada– a mayo de 2021, apenas se emitieron 12 sentencias por ese ilícito, de las cuales sólo cinco resultaron condenatorias.
Teresa Preciado Rodríguez, también integrante del comité, dijo que en Jalisco se carece de un diagnóstico sobre los perfiles de los ausentes; sin embargo, se sabe, por información de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, que alrededor de 80 por ciento de las víctimas son hombres.
Con base en el trabajo realizado por la defensoría, se confirma que las regiones donde se reportan más casos de desaparición son la Ciénega, los Altos y el Centro, donde se ubica el área metropolitana.
La coordinadora del comité, Dolores del Carmen Chinas Salazar, expuso que para enfrentar este fenómeno debe existir un compromiso del más alto nivel, pero “en Jalisco no lo hay. Tenemos un gobernador que prefiere ocultar el problema, desentenderse o adoptar una narrativa de avance que no corresponde con los hechos. Esta omisión es grave porque él preside el sistema estatal de búsqueda”, reprochó.
Afirmó que en Jalisco no hay una política coordinada y eficaz para atender las desapariciones, pese a que existen normas y protocolos desde la escala local hasta la internacional, son ignoradas o mal ejecutadas por el gobierno emecista.