Ciudad de México. Karla Maya regresaba de un vuelo de Tampa, Florida, poco después de lograr el tercer lugar en el Campeonato Femenino Sub-15 con la selección tricolor, cuando recibió una llamada de la Federación Mexicana de Futbol (FMF). Al otro lado de la línea no estaba el presidente Yon de Luisa, sino otra persona encargada de notificarle su salida. Los motivos, releva la ex seleccionadora a La Jornada, todavía los desconoce, porque no tuvo la oportunidad de mirar de frente a ningún directivo.
“Yo asumía que me iban a evaluar por estos dos años de trabajo; por los números y resultados que habíamos conseguido, lo cual no sucedió”, señala Maya en referencia a un ciclo de 17 partidos, en el que su equipo logró más de 70 por ciento de efectividad con 54 goles a favor y sólo 11 en contra. “No había nadie con quien me pudiera acercar y tratar este tema. Sólo me dijeron que era una decisión tomada, que ya no formaba parte de la nueva estructura y, al poco tiempo, se anunció mi despido”.
Los días posteriores fueron oscuros, confiesa la entrenadora con una mezcla de tristeza, frustración y coraje. Más aún por no poderse despedir de sus jugadoras ni del cuerpo técnico que encabezó desde 2020. “No tuve la oportunidad de verlas físicamente. Dije adiós a la gente del CAR, mis auxiliares y otros que trabajaron conmigo, pero sólo por mensaje”. También, agrega, recibió llamadas de quienes la aprecian, ninguna del titular de la FMF.
“Tuve que buscar mi tranquilidad y quedarme con el trabajo que habíamos hecho. Las formas no fueron las mejores, pero no las decido yo, sino quienes están más arriba”, expresa convencida de que lo mejor era hacerse a un lado. “Fueron días muy duros personalmente. El no entender cuál había sido la razón, el que no existiera un diálogo, eso me revolvió mucho el corazón y la cabeza. Sé que en el futuro las cosas pueden cambiar y ser mejores, pero hubo momentos de mucho coraje”.
Maya, quien como Mónica Vergara y Maribel Domínguez, también cesadas por la FMF, fue seleccionada nacional en su etapa como jugadora, considera que en el futbol femenil hay problemáticas que deben ser atendidas por un departamento especializado, el cual, por ahora, no existe, sobre todo en el caso de las futbolistas más jóvenes. “Muy probablemente nos hacen falta ciertos recordatorios”, reconoce.
En julio pasado, la federación anunció el despido de Maribel como titular de la Sub-20 por “conductas inapropiadas y falta de liderazgo” tras una investigación que involucró a más de 20 personas. Lo anterior puso en relieve la falta de un protocolo de prevención y acción institucional para casos de discriminación, acoso y violencia de género, según las propias seleccionadas.
“En temas de capacitación es importante saber que nuestros activos son ellas”, insiste Maya; “es necesario tener un área especializada, pero más una capacitación constante en ese tipo de temas (discriminación, acoso y violencia de género) con la gente que trabaja en selecciones nacionales. Entender que, dependiendo de la categoría, las jugadoras tienen una maduración distinta. Las más jovencitas, por ejemplo, no alcanzan aún distinguir una situación de otra”.